Hace ya unas semanas que en la prensa aparecen noticias
sobre la posibilidad de ofrecer a los alumnos de nuestra comunidad más alternativas
que escoger, dentro del horario de libre disposición que tiene la Consejería de
Educación del Principado en el currículum de Educación Primaria sobre todo,
aunque también de Secundaria. Es interesante constatar como, cada vez que
surgen estas noticias por parte de determinados sectores, siempre lo hacen en
referencia a la Llingua Asturiana. Es algo
que tienen metido entre ceja y ceja, son gente que aún no se han dado cuenta, o
no quieren, que una asignatura así sea imprescindible para los alumnos y
alumnas que cursan estudios en nuestra comunidad con el fin de que, al menos,
conozcan algo referente a su historia, a su vida, a la vida de la patria en que
nacieron o donde viven, y que marca de alguna manera su forma de ser, incluso a
la lengua que se habla aún, mal que les pese, y se habló durante cientos de años,
refrendado esto por estudios de lingüistas de índole internacional.
Considero, y es casi una convicción, que lo único que
tratan es de echar esta asignatura, su enseñanza, a pique. Se ofrecen otras alternativas,
siempre a la Llingua, muy atractivas tanto a padres como a alumnos; piénsese en
el estudio de otro idioma o en la informática, algo que saben que puede echar
al fondo del mar del conjunto de asignaturas el estudio de la Llingua, porque
tanto padres como niños consideran que, a la hora de elegir, podrían ser más
interesantes de cara al futuro. Tal vez estos sectores que pujan por que la Consejería
oferte otras alternativas pueda pensar algo más, como por ejemplo ofrecer la
alternativa a la Religión también dentro del mismo cuadro. ¿Os imagináis que
esto fuese posible, que hubiese sectores que en vez de la Llingua se lo
planteen a la Religión Católica, por más que una y otra fuesen evaluables
dentro del currículum? Los padres y alumnos elegirían ente Religión o Informática,
u otro idioma más, o Cine, o Fotografía, o fútbol, o qué sé yo. Pero no, el
caso es que sea Llingua, es decir, acabar con ella, ya no negándola porque
saben que es una batalla perdida, sino poniendo al alcance de los niños un
caramelo que les guste a todos.
Y ante esto solo queda una solución para evitar más tonterías:
que los políticos de una puñetera vez hagan cooficial la Llingua en Asturias. Y
el que quiera usarla, que lo haga; y el que no, pues que no. Pero el derecho,
igual para todos, y dejarse de “babayaes”.
Que ustedes
lo pasen bien y disfruten de un buen día.
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