Y Bárcenas se fue al trullo. Lo enviaron de vacaciones
pagadas a Soto del Real durante unas fechas indeterminadas. Aún me acuerdo de
la retirada monástica de Blesa al mismo lugar, aunque no le debió de gustar
mucho esa monotonía y prefirió largarse con ayuda de algunos amigos; o del
superagente de viajes Marsans, que debe de estar decidiendo si irse al Caribe o
a alguna islita polinésica, tipo Tahití, a recuperar fuerzas.
Ahora todo el mundo anda dando vueltas a si Bárcenas
tirará hasta del edredón o simplemente se quedará con echar a un lado media
sábana, por eso del calor en pleno verano, noches a veintitantos grados,
ventanas abiertas, pero ni con esas. A primeras horas de la noche sobran las sábanas,
esas que va a tirar fuera Bárcenas, pero a
primera hora de la madrugada la noche refresca y se hace necesario
volver a arrebujarse en ella. Más o menos lo que hará el ex. Ya se descubrieron
algunos affaires opacos y realizados en la clandestinidad, por más que en el PP
presuman de espectáculos erótico-fiscales; enseguida para mantener su status
económico, aunque pase por la cárcel, hablará de cuatro cositas más que sirvan
a los medios para llenar horas y horas en su trabajo y luego pondrá punto en
boca; después de una temporada, como es lógico en este país, se irá de rositas
con sus milloncejos. Como el monástico banquero del bosque de Sherwood o el
superagente CEOEnse ahorrador gracias a cuentas ajenas.
Y aquí paz, después gloria y nosotros a quedar con una
cara de gilis que no te veas.
Disfruten del primer día de la
semana.
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