Estamos a un tris de que el caso Marea llegue a su fin, es
decir, que comience el juicio, y ya vislumbramos en lontananza el culo roto que
fue el Niemeyer. De momento aparecen facturas de difícil justificación tanto
las remitidas al ayuntamiento de Avílés como las que se enviaron al Gobierno
del Principado.
En ambos caos hay una persona que representaba por entonces la política de nuestra comunidad, es decir, el
señor Tini Arcces, ex presidente y hoy senador.
Ya está bien de que se lave las manos cada uno que pasa por
esos puestos en cuanto ve que las cosas se tuercen. Teóricamente queda libre
del caso Marea, pero no podemos olvidar que hay un ex consejero, además uno de
sus grandes protegidos, que se halla encausado, Ripoedre, y otra ex consejera, Migoya,
que, aunque de momento no lo está, ya ha sido denunciada por dos formaciones
como partícipe en casos no precisamente transparentes, durante el mandato del
actual senador socialista.
Y en cuanto al Niemeyer, otro tanto de lo mismo. Aún recuerdo como hace un par de años más o
menos, cuando fue apeado el PSOE del gobierno asturiano, chillaban y repetían
que no había nada raro en la gestión de ese macrocentro del cual el Sr. Areces quería
ser presidente de honor. Pero resulta que de eso nada, monín. Vuelve a lavarse
las manos con jabón de olor.
Estamos criando en Asturias, como en el resto de España, una gran
cantidad de seres semejantes al famoso Poncio Pilato. “A mí que me registren”.-dicen
cuando ven que el asunto se poner turbio. Responsabilidades, ninguna. Nunca se
enteran de nada. Pero la culpa de que estas personas pululen en nuestra
sociedad es solamente nuestra, así que ahora nos toca callar, aguantarnos y
amolarnos con las consecuencias. Solo espero que aprendamos de ello y sepamos
votar en las próximas elecciones.
Mientras, quedarán teóricamente libres de culpa, pero en
la práctica ya nos podemos imaginar qué podría haber sucedido.
Pasen buen domingo y sean felices.
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