Leer los periódicos, echar un vistazo a los informativos u
oír las noticias en la radio últimamente da una grima peor que comer una
ciruela verde. Todos los días nos encontramos con sucesos que dan asco a
cualquier ciudadano. Entre Bárcenas en la cárcel convertido en un héroe por los
reclusos y los silencios o los bochornos del PP, el cabreo socialista ante la
decisión de la juez Alaya al imputar a una ex ministra entre otros
retrocediendo dos años atrás en el caso de los EREs, Aznar continuando con la
puñeta de llevar la contraria a Rajoy, tratos de favor a Eurovegas, la posible
inconstitucionalidad del anteproyecto de la ley de administración local antes
ya de su nacimiento, la aberrante historia y gasto de Madrid 2020 mientras se
recorta en facetas esenciales en un estado moderno-¡ no han visto las imágenes
de Brasil!-, etc, estos días nos hemos conformado con la derrota de la selección
española de fútbol y los comentarios a su juego como los entrenadores que todos
llevamos dentro, con la llegada de Neymar o el pufo fiscal que nos quería
endilgar Messí, ese chico pequeñito que parece que no mata una mosca. También
ha habido momentos para reírse, por no llorar, con el cierre de un local de un
afamado cocinero por su deuda con Hacienda mientras en los periódicos deportivos
se leía que los clubes del dichoso balompié debían más de cuatro mil millones
entre Hacienda y Seguridad Social, al mismo tiempo que se les permiten fichajes
millonarios como si tuviesen una máquina de fabricar moneda, sin exigirles el
pago ipso facto como se hace con cualquiera que incurre en una falta similar
aunque la deuda sea solo de un euro; o en otra prensa, que se pedía a personas que cobraban su pensión del
extranjero por haber trabajado allí y que debían no sé cuanto al estado, para
eso sí están listos.
De los grandes defraudadores no se oye nada; de las
grandes fortunas tampoco; de acabar en serio con los paraísos fiscales menos;
de intentar recortar esa economía sumergida que serpentea en nuestra sociedad
ni palabra; de exigir a cualquier corrupto la devolución íntegra de todo lo
robado no se escucha nada; de los sueldos millonarios de los banqueros y la
falta de créditos a los españoles a pesar de la inyección de millones se solapa
con otras cosas; y más.
Pero para no ser todo negativo, al menos alegrémonos con
la nueva bajada del paro; que es estacional, lo sabemos, pero a los que les cayó
hasta ahora un empleo de algo les valdrá (menos que hace dos o tres años, eso sí,
porque los sueldos los han tirado por los suelos a propósito: no he visto que
bajaran los precios en general en cualquier ámbito de nuestra vida. O ver, no sin cierto escepticismo, que Rajoy parase la reforma del aborto gallardoniana, aunque ya
veremos por cuanto tiempo, que Rouco manda mucho. Y que, no se me olvide, que
la selección femenina de baloncesto ganase el campeonato de Europa. No todo va
a ser oscuridad. A lo mejor cambian las cosas. Por una vez, seamos optimistas, pero solo por una vez, eh. Que los milagros...
Pasen un buen día, sean felices y no
olviden la sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario