jueves, 14 de enero de 2010

Opuesto a prohibir

No es bueno gobernar dando palos de ciego. En la mayor parte de las ocasiones el estacazo lo lleva quien no lo merece o quien no entiende por qué le zurran a él sin apenas haberse metido con nadie cuando hay tantos otros alrededor , conocidos de todo el mundo, que están pateando y pisoteando todos los principios legales conocidos.
Y viene al caso de la famosa ley aprobada hace poco por el gobierno, (¡qué poco tiene que hacer! : matar mosquitos a cañonazos), esa de la economía sostenible, y la sección que afecta a determinadas webs, las cuales piensa cerrar ipso facto con el beneplácito de ínclitos adoradores famosillos ellos que, como vulgares sanguijuelas, chupan la sangre de muchos españolitos amparándose en una llamada propiedad intelectual.
Lo de la intelectualidad debe ser por muchos programas de TV, de radio, muchos artículos de prensa, muchas, muchísimas canciones, películas, libros, etc que a día de hoy estarían mejor perdidos en la mente del autor, el cual lo único que ha logrado al sacarlos a la luz ha sido que veamos los demás la cantidad de mierda que somos capaces de tolerar a nuestro alrededor. Es esta misma gente la que quiere imponernos a través de una señora que ocupa un cargo ministerial, muy bien vista por cierto en ciertos ámbitos que luchan por su intelectualidad, y a la que se le conoce la enorme capacidad de gestión de grandes cosas en favor de... ¿eso, de qué?: Escribidlo vosotros, que a mí es que no me sale.
Todo cuanto han hecho la mayor parte de esos intelectualillos ha sido montado para que nosotros les permitamos seguir viviendo esa vida de fastuosidad que nos ofrecen las revistas o los programas de TV, ligada a infinidad de momentos especiales para ellos, en ocasiones incluso ilícitos, como se demuestra una y otra vez en medios de comunicación (drogas alcochol, etc), y que ante las cámaras nos los venden como ejemplos para nosotros y para nuestros hijos.
¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a transigir? ¿Seremos capaces de seguir permitiendo que quien nos gobierne sólo sea capaz de usar la palabra prohibir?


Por mi parte, de prohibir, nada. Donde mande la educación, desaparece la prohibición. Así que ponte a ello y después...Después, eso: zapatero a tus zapatos.


Que lo pasen bvien, y que hoy y mañana y pasado no les prohiban mucho.
Hasta la próxima.


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