martes, 23 de febrero de 2016

BAILANDO LA YENKA


No sé cómo le irá hoy a Sánchez con su modo de manejar la puerta de vaivén hacia adelante y hacia atrás, hacia la derecha y la izquierda al mismo tiempo. Mientras por un lado en Cs ya casi se están frotando las manos pensando en que con su apoyo al PSOE van a entrar en el Gobierno, en la izquierda (Podemos- IU- Compromís) siguen afilando la guadaña para ofrecerle al aspirante algo a lo que cogerse para no gobernar con la derecha. No obstante, y según las palabras del líder podemista, el voto negativo es claro por su parte si no se pacta con los partidos de izquierda. Así las cosas, Sánchez juega de momento con las dos barajas, aunque con una echa una partida al mus y con la otra al póker. Hay que ser muy buen jugador para ganar en ambas partidas a la vez, a no ser que los contrincantes tiren sus naipes ante el órdago lanzado de una nuevas elecciones (y avanzado ya por Rajoy en Bruselas, que este hombre casi nunca dice nada, pero cuando abre la boca se le puede escapar cualquier cosa).

Pues bien, hasta ahora en el PSOE aún nadie ha dicho nada, me refiero a los barones que hace unas semanas rajaban tanto de los de un lado como de los del otro respecto a su propio espacio y programa político. Tengo la impresión que todo les vale con tal de alcanzar la investidura. No sé cuál será la respuesta de sus afiliados cuando les pregunten por el pacto, si lo logran, al que hayan podido llegar por la derecha o por la izquierda. Me imagino que la maquinaria partidista se pondrá en marcha a favor o en contra de acuerdo con los intereses de los líderes regionales. No aventuro que todos hagan piña porque hay sensibilidades demasiado recientes que no pueden caer en el olvido. Siempre tendrán razón quienes digan que no es lo mismo predicar que dar trigo, o lo que es lo mismo, no es lo mismo ser investido que gobernar en minoría, con un Senado en poder del PP que puede retrasar cualquier medida que el Congreso tome. Ahí está ese ente absurdo que tenemos en España, como otros, que solo sirve para colocar a los amiguetes o a los defenestrados políticamente en cualquier lugar de España a los que hay que encontrarles un silloncito para que purguen sus derrotas. No sé aún por qué a los miembros del Senado, a todos, desde el primero al último, como en el Congreso, no los podemos elegir los ciudadanos en las elecciones. Debe de ser que la democracia es eso, la elección a dedo: en las autonomías se ponen de acuerdo los partidos con representación parlamentaria para nombrar a un número determinado de ellos sin pasar por las urnas, a quienes más les estorban en la comunidad con el fin de exiliarlos a Madrid, que cobren por andar atravesados por allí y que no digan ni mu, que el pesebre lo tienen lleno. Y así, se divierten acelerando o retardando decisiones, leyes, del Congreso con tal de hacer ver que trabajan y sus decisiones son lo más de lo más para la buena salud mental de los españoles.

Mientras, Sánchez, sigue a dos bandas enredando él y los otros con líneas de colores, aunque las rojas son las más vendidas. Están tan alegres que bailan todos la yenka con auténtico frenesí.

 

Un saludo, buen día y que los acuerdos, si los hay, los coja siempre con la sonrisa a punto.

1 comentario:

  1. Lo malo es que, por lo general, los "acuerdos de conveniencia" suelen dar mal resultado.
    Gayoleru

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