No
sé cómo le irá hoy a Sánchez con su modo de manejar la puerta de vaivén hacia
adelante y hacia atrás, hacia la derecha y la izquierda al mismo tiempo.
Mientras por un lado en Cs ya casi se están frotando las manos pensando en que
con su apoyo al PSOE van a entrar en el Gobierno, en la izquierda (Podemos- IU-
Compromís) siguen afilando la guadaña para ofrecerle al aspirante algo a lo que
cogerse para no gobernar con la derecha. No obstante, y según las palabras del
líder podemista, el voto negativo es claro por su parte si no se pacta con los
partidos de izquierda. Así las cosas, Sánchez juega de momento con las dos
barajas, aunque con una echa una partida al mus y con la otra al póker. Hay que
ser muy buen jugador para ganar en ambas partidas a la vez, a no ser que los contrincantes
tiren sus naipes ante el órdago lanzado de una nuevas elecciones (y avanzado ya
por Rajoy en Bruselas, que este hombre casi nunca dice nada, pero cuando abre
la boca se le puede escapar cualquier cosa).
Pues
bien, hasta ahora en el PSOE aún nadie ha dicho nada, me refiero a los barones
que hace unas semanas rajaban tanto de los de un lado como de los del otro
respecto a su propio espacio y programa político. Tengo la impresión que todo
les vale con tal de alcanzar la investidura. No sé cuál será la respuesta de
sus afiliados cuando les pregunten por el pacto, si lo logran, al que hayan
podido llegar por la derecha o por la izquierda. Me imagino que la maquinaria
partidista se pondrá en marcha a favor o en contra de acuerdo con los intereses
de los líderes regionales. No aventuro que todos hagan piña porque hay
sensibilidades demasiado recientes que no pueden caer en el olvido. Siempre
tendrán razón quienes digan que no es lo mismo predicar que dar trigo, o lo que
es lo mismo, no es lo mismo ser investido que gobernar en minoría, con un
Senado en poder del PP que puede retrasar cualquier medida que el Congreso
tome. Ahí está ese ente absurdo que tenemos en España, como otros, que solo
sirve para colocar a los amiguetes o a los defenestrados políticamente en
cualquier lugar de España a los que hay que encontrarles un silloncito para que
purguen sus derrotas. No sé aún por qué a los miembros del Senado, a todos,
desde el primero al último, como en el Congreso, no los podemos elegir los
ciudadanos en las elecciones. Debe de ser que la democracia es eso, la elección
a dedo: en las autonomías se ponen de acuerdo los partidos con representación
parlamentaria para nombrar a un número determinado de ellos sin pasar por las
urnas, a quienes más les estorban en la comunidad con el fin de exiliarlos a Madrid,
que cobren por andar atravesados por allí y que no digan ni mu, que el pesebre
lo tienen lleno. Y así, se divierten acelerando o retardando decisiones, leyes,
del Congreso con tal de hacer ver que trabajan y sus decisiones son lo más de
lo más para la buena salud mental de los españoles.
Mientras,
Sánchez, sigue a dos bandas enredando él y los otros con líneas de colores,
aunque las rojas son las más vendidas. Están tan alegres que bailan todos la yenka con auténtico frenesí.
Un
saludo, buen día y que los acuerdos, si los hay, los coja siempre con la
sonrisa a punto.
Lo malo es que, por lo general, los "acuerdos de conveniencia" suelen dar mal resultado.
ResponderEliminarGayoleru