Ahora el PSOE propugna que las listas electorales no solo
sean paritarias, sino que sean como una especie de cremallera, es decir, un
hombre, una mujer, un hombre, una mujer, y así sucesivamente; o al revés, o
sea, que empiece la lista por una mujer y siga un hombre y luego una…
No sé hasta qué punto es lógico algo así. Estamos elaborando
listas, no en función de la valía personal de cada persona, sino que han de
hacerse así por el mero hecho de respetar una ley que conculca la necesidad, más
bien obligatoriedad, de igualar o casi, un 60 y un 40 por ciento, a unos y
otras en función de su sexo. No me parece bien que esto funcione así. Supongo
que tanto ellos como ellas tendrán los suficientes arrestos para negarse y para
saber quién es más válido o válida para un cargo o no.
Si hablasen de listas abiertas, tal vez entonces podríamos de verdad saber lo que piensan los ciudadanos sobre ellas y ellos. Quién sabe si no estaríamos en un 80-20 por ciento de un lado y otro. Pero a los votantes lo que no se les puede hacer es que voten una lista, confeccionada y cerrada por esos partidos, donde pueden salir elegidos-as personas que no consideran suficientemente representativas de sus intereses por el simple hecho de esa cremallera o paridad con que nos amenazan.
Si hablasen de listas abiertas, tal vez entonces podríamos de verdad saber lo que piensan los ciudadanos sobre ellas y ellos. Quién sabe si no estaríamos en un 80-20 por ciento de un lado y otro. Pero a los votantes lo que no se les puede hacer es que voten una lista, confeccionada y cerrada por esos partidos, donde pueden salir elegidos-as personas que no consideran suficientemente representativas de sus intereses por el simple hecho de esa cremallera o paridad con que nos amenazan.
Los partidos nos han puesto a todos cuantos votamos la
cremallera en la boca para que nadie pueda salir con lo de las abiertas. No les
interesa a ninguno. ¿Se imaginan a Rajoy, Cayo Lara, Rubalcaba, Mas, Rosa Díez,
etc siendo los números uno de sus partidos y que en unas elecciones democráticas,
donde los ciudadanos votasen a sus diputados libremente, no a unas listas impuestas, ellos
no salieran elegidos? Eso sería justo y no lo de querer imponer una paridad que
puede obviar a muchos o a muchas y dejarlos fuera porque no se llegó a ellos al
hacer el reparto proporcional injusto que es la ley D’ Hondt, esa para quien la consigna de un hombre, un voto, se la salta a la torera.
Tengan un buen día y sean felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario