domingo, 23 de junio de 2013

LA PELOTA

Al final Diego Torres se saldrá con la suya. Siempre defendió que si su esposa era imputada, en la misma situación estaba la infanta Cristina. Ahora un informe de la Agencia Tributaria, no sé si firmada solo por el delegado  en Cataluña ya que ningún inspector quiso hacerlo- según Libertad Digital-  exculpa a nuestra infanta aunque  le atribuya alguna que otra facturita falsa perdida por ahí. Al mismo tiempo se exculpa también a la señora de Torres de fraude y tal, vamos que hablamos de responsabilidad penal. De esa manera, ni una ni otra. Ahora que breguen los dos machos alfa de Nöos. Me recuerda un poco a Ana Mato, que también dic que ella no es responsable de lo que hiciese su marido, aunque bien que le fue con él. A fin de cuentas seguro que mucho no necesitaba, ella ya cobraba bastante con el segundo sueldo que le abonaba el PP por la puerta de atrás y que se ha descubierto ahora.
La ministra Santamaría, con la nueva reforma, declara que es la hora de que los políticos se sacrifiquen. Y lo dice tan campante días después de saberse los segundos sueldos millonarios cobrados por los miembros de su partido. Que conste que no se han parado a investigar a los otros, porque a lo mejor… Pero de momento a quien le toca es al PP.
A Aznar lo defiende la Fiscalía a capa y espada para que no declare como testigo en el caso Bárcenas y no se le pregunte nada, no vaya a ser que tenga que declarar lo que no se quiere que se sepa con total certidumbre. 
Los sindicatos UGT y CCOO son acusados por la juez Alaya de haberse embolsado unos cuantos millones en el caso de los EREs andaluces. ¡Viva la financiación externa a las cuotas de afiliados!
El cardenal Rouco nos habla de zoología  y del cuidado de los animales, en concreto de los chimpancés,  comparándolos con la defensa de la vida y la abolición del aborto, si fuese necesario, pase lo que pase en el embarazo y quiera o no la madre, que para eso la mujer en la Iglesia Católica siempre ha sido la segundona, la metida en conventos de clausura o postergadas a cuidar de su marido entregada en cuerpo y alma a realizar las tareas del hogar cuidando de sus hijos, tantos como Dios le dé.
Wert se reúne con el Consejo de Universitarios de Estado y se va a los diez minutos, necio e imprudente por el cargo que ostenta, porque nadie comulga con sus ocurrencias en cuanto a la ley que quiere poner en marcha y menos aún en el tema de las becas. A fin de cuentas, ¿qué sabe Wert de educación?, ¿en qué puestos ha realizado trabajos sobre la enseñanza antes de llegar a ministro? Ni sabe de lo que habla ni ha estado nunca en ningún lugar que lo califique para dirigir algo tan importante, si no lo más, en un  país. Y así nos irá en este tema como no cambien las cosas.
Rubalcaba se abraza con Rajoy porque ha logrado un pactito de intenciones, buenas, pero sin nada concreto en lo que meter mano.
Y podríamos seguir, pero...
 
Hoy la luna llena va a estar tan clara en el cielo que será el único día del año que la veremos así. Me he imaginado una luna hecha de trozos de papel- léase de parados- unos seis millones, arrojada a un campo de fútbol tan grande como España en la que todos le dan patadas hacia donde sea, sin porterías, solo por el mero hecho de disfrutar dándole puntapiés. Y esos jugadores (políticos de todos los colores y de todas las administraciones, muchos sindicalistas, una gran cantidad de grandes y medianos empresarios,  un buen número de periodistas pagados por el poder, reyes, príncipes y princesas con sus adláteres, cabestros de dos patas, vividores,  algunos jueces y fiscales, banqueros que no chupan banquillo, etc) , cada vez que una hoja de papel se desenreda de la pelota y queda rota y  suelta por el campo, gritarán a coro no gol sino ¡mil parados menos! Y se abrazarán y saltarán y harán como los brasileños, que se marcan un bailecito  junto a la banda, no para celebrarlo sino más bien como mofa del rival, o sea, de la pelota y de los que asistimos como espectadores a esta bufonada. Al final la luna de papel quedará tan deteriorada, con infinidad de papeles disgregados por el campo, desgarrados, estropeados, despedazados, que la guardarán otra temporada a ver si hay suerte y nadie se acuerda de ella; mientras, la goleada más o menos grande, no de escándalo que para eso tendrían que haberla destruido absolutamente, será celebrada con auténtico frenesí por esos rompepelotas que creerán haber hecho una gran hazaña. Y así nos la venderán.
Pero no: la hazaña será de cada trozo de papel que logre ser leído por alguien, que logre sobrevivir, porque cada uno de aquellos originales, aquellos que un día fueron alguien, con cierta dosis de dignidad que les permitía andar con la cabeza alta orgullosos de un estatus social que habían conseguido a lo largo de muchos años de lucha, ahora se han convertido en un puñado de desechos, justo lo que desean hacer esos jugadores en el próximo partido con el resto de la pelota.
 
Un saludo y hasta el próximo. Pasen un buen domingo.

 

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