Al mismo tiempo que el PP refuerza sus poderes en España con
el nombramiento de dos jueces para el tribunal constitucional afines a sus
ideas, símbolo inequívoco de la falta de neutralidad que todo un estamento como
este habría de tener y no tendrá, en Europa se rasga las vestiduras ante el
premio concedido a la PAH porque, según ellos, puede originar que en años
venideros incluso se premie a Otegui o a alguien de su entorno.
Estamos ante la visión que tiene este partido del poder:
todo cuanto no me gusta o no me apoya es una ofensa a España. Porque España son
ellos, nada más que ellos y cuantos están de acuerdo con sus decisiones. El
resto de personas que vivimos en este país deberíamos tirarnos al mar, a los
tiburones.
Si ya va a ser malo, o eso parece, que hayan puesto a su
nombre los tres poderes de un estado, no es menos abusivo las críticas que les
hacen a sus compañeros europeos, a esos que sientan en Bruselas y les envían de
vez en cuando mensajes con los que temblamos todos cuantos sabemos que vamos a
sestar afectados. Mejor harían protestando por esas medidas que nos han llevado
al grado de empobrecimiento que tenemos.. Si por el PP fuese, expulsaría de la
Cámara a todos cuantos votaron a favor de la PAH, aunque no a los que nos
aprietan las clavijas. Van a tener un problema, porque son los mismos.
Y no voy a defender a sangre y fuego si es necesario a esta
plataforma.
Ayer, según la prensa, un número indeterminado de personas
de este grupo o de gente afín a él se dedicó a abuchear a la reina durante la inauguración de un
teatro en Cieza, y a mí no me parece justo, puesto que el hecho de la
existencia de una monarquía en España no es culpa de ella sino de quien la apoyó
en las urnas hace un montón de años, y existen métodos para que esto cambie,
pero no se han de basar en pitadas y abucheos; seguramente con el silencio como
respuesta a su presencia o la no asistencia al acto sería más conveniente. Y apretando
a los partidos políticos para que tomen las medidas necesarias para un referéndum
que decida si queremos, después de cuarenta años, una monarquía o cambiar el
sistema de gobierno en España. Luego todos a respetarlo y amén.
Mientras que al
mismo tiempo sí estoy de acuerdo con esa otra manifestación que discurrió por Madrid
de la PAH en la que pedía justicia y castigo para los banqueros que han
cometido o han autorizado desde la cúspide de la pirámide el hecho inenarrable
de permitir los desahucios a familias como algunas que hemos visto en los
medios de comunicación, amparados en una norma que hasta Bruselas critica. Como
todos sabemos, los ladrones de guante blanco se esconden en refugios amparados
por los gobiernos, no solo este, que les han permitido llegar a estos extremos.
Por eso hoy deberían de pagar por lo que hicieron y lo que están haciendo protegidos
por los mismos de siempre.
Indistintamente del debe y del haber que pueda contabilizar la
PAH, merecen la distinción al menos por la lucha que han venido desarrollando
en este país en defensa de los más débiles.
Me alegro por ella; al tiempo, lo siento por lo que pueda
interpretar, si las previsiones no se equivocan, nuestro tribunal constitucional,
siempre sujeto al partido que gobierna, sea de un signo o de otro.
Buen día. Hoy es cuarenta de mayo, a ver si se cumple el
refrán.
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