martes, 11 de junio de 2013

DE RENDIRSE, NADA.


Pienso a veces si no sería mejor rendirse y dejar que las cosas fluyan como están discurriendo hasta ahora a pesar de que veamos un futuro más bien muy gris, tirando a negro, para todos cuantos vivimos en este país de un sueldo controlado perfectamente por Hacienda. Llamemos a éstos funcionarios o trabajadores de cualquier industria o empresa privada que no tienen por donde zafarse del fisco porque sus nóminas son lo que son y no existe medio alguno de inventarse alguna trampilla para engañarlo, o bien a esos otros que aún cobran un subsidio de desempleo (si no hacen sus pinitos en los famosos chollos con los que se embolsan un dinerito aparte, ese del tipo b con el que también tanto disfrutan los políticos por más que lo llamen como quiera que lo hagan para engañarse a sí mismos porque a nosotros ya no nos la dan con queso). Pues bien, quitando a los anteriores, además de a los que no cobran un céntimo (ni de chollos siquiera) y a los pensionistas, España se nos queda convertida en un buñuelo de aire, sin relleno ninguno porque este ya se lo han zampado los mismos de siempre.

Mientras nuestro presi ha caido del guindo ahora, cuando se ha dado cuenta que los bancos han recogido miles de millones y los españoles no han visto ni de qué color eran, aunque habrán de pagar del bolsillo de cada uno, es decir, con los presupuestos del estado los intereses de ese préstamo, el gobernador del Banco de España nos avisa de que los bancos aún disponen de otros casi sesenta mil millones para seguir haciendo sus negocios. Es decir, que para que la banca esté a la altura de las circunstancias- como dijo Rajoy- hay que inyectarles más dinero. ¿Qué hicieron con los primeros millones que se embolsaron? Acaso se me conteste que tapar todos los agujeros que de la mala gestión de algunos se derivó, pero ¿dónde están los responsables, en qué cárcel se hallan a la espera de juicio? Si en este país hasta la Fiscalía, con la ayuda de los abogados del estado, se va a cargar al juez que metió a Blesa en la trena, por sus irregularidades, preparando tal vez el camino para que el banquero salga de rositas. La misma fiscalía que no ve delito en la venta de preferentes, mientras la Audiencia Nacional aprecia indicios de estafa y demás ruindades en Bankia y la gente en la calle brama contra la pérdida de sus ahorros. Esa fiscalía debería de defender a los ciudadanos, lo que pasa es que le cayó la venda hace tiempo y ya se sabe que se fía hasta de la princesa sin saber sus cuentas de hacienda. Palabra de la oligarquía y la fiscalía la alaba, Señor.

No obstante, como decía al principio sobre lo de rendirse, cuando llego al final de este artículo, me doy cuenta que eso es lo que quieren ellos. Así que… ¡de eso nada, monada!, al menos mientras el cuerpo aguante y el blog me siga soportando.


Sonrían y disfruten del día. Ya saben que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante.

 


 


 

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