miércoles, 28 de agosto de 2013

¡AL ATAQUE!

¡Y a Siria le va a caer la gorda!
Hace bastante tiempo que comenzó en este país una guerra civil que no tendría fin mientras las cosas estén donde están. Y hace unos días, en plena visita de los inspectores de la ONU, solo a su presidente se le ocurre, si se demuestra fehacientemente que fue el responsable de ello, lanzar bombas químicas contra los sublevados. O es tonto del culo o piensa que es inmune a cualquier acto que suponga su derrota. Tal vez esté harto de esta contienda y busque una salida para su propio interés personal.
El caso es que el gas sarín es localizable fácilmente y no hay marcha atrás en cuanto a su uso: cientos de muertos inocentes, la perversidad elevada a la enésima potencia.
Y cuando esto sucede, entonces en occidente por fin nuestros dirigentes se dan cuenta de que no se puede consentir algo semejante, a pesar de los cientos de muertos anteriores de los que se pasó olímpicamente, a excepción de algunas lágrimas cebolleras y cocodrilianas.
Cuando el asunto por fin es tan grave que requiere de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, sus representantes oyen campanas y no saben donde suenan porque no les interesa mucho. Cada uno pone el oído para un sitio distinto. Y entretanto ahí metidos hay dos países al menos que tiran petardos con el fin de ahogar el sonido del campanario. Como es lógico, no se llega a un acuerdo, ya sabemos que es casi prácticamente imposible. Así pues, el sheriff decide que intervendrá atacando posiciones militares gubernamentales sirias; a él se unen inmediatamente Francia, con su chauvinismo crónico como excusa para desviar sus problemas internos, y Gran Bretaña, los peleles que siguen a EEUU hasta el infierno si es necesario. El resto de países, de momento, se callan ya que no hay ninguna resolución de la ONU que autorice semejante paso, aunque algunos por ganas.... Pero eso a estos tres países les importa un comino, están por encima del bien y del mal, se autoconvierten en dioses capaces de decidir sobre lo bueno y lo malo de este mundo. Seguramente andan escasos de héroes o bien sus presidentes creen que así pueden subir en las encuestas o hay que hacer pruebas con armas nuevas, para lo cual nada mejor que las cobayas humanas de otro país.
Aún tengo grabado en mi retina la guerra de Irak y su Tormenta del Desierto, aunque ahora nos han cambiado a Francia por la España cañí aznariana. Si lo que uno lee es cierto, en esa guerra que tan bien montaron los yankis para su beneficio económico se usaron en más de una ocasión gases, es decir, arsenal químico. ¿Quién protestó entonces? Nadie. ¡Qué cosas, verdad!
El noventa y pico por ciento de las naciones del mundo no son más que un puto rebaño de borreguitos incapaces de darles el alto a estos poderosos, que lo son solo porque nadie les dice cuatro verdades, porque se les sigue besando el culo a pesar de que su mierda nos afecta a todos.
Y entretanto Oriente Medio se está convirtiendo día a día en un polvorín que nos llevará algún día a todos por delante si no se ponen medios diplomáticos serios para solucionar los graves problemas que acontecen en esa franja de nuestro planeta. Tiempo al tiempo, aunque deseo de todo corazón equivocarme y disfrutar de mi yerro.
Un saludo. Aprovechen el día y sonrían, que es gratis.
 

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