¡Cómo
andan de revueltas las aguas en el PSOE! No saben si habrá congreso ahora o más
tarde. Aún dudan de si Pedro es el
candidato más adecuado o no si hubiese nuevas elecciones, aunque algunos/as ya
han dado un paso adelante para dejarse ver, por si acaso Se desconoce qué hacer si la CUP apoyase a
Junts pel Sí. Ahora no a Rajoy, pero mañana Dios dirá. A Podemos ni mentarlo,
aunque… Ciudadanos tal vez sirva, no obstante… ¿E IU? Ya, aún están ahí, a la
espera de enviarse derechitos al pozo del olvido si no son capaces de abrir los
ojos y ver por dónde van los tiros en la actualidad.
Y
mientras en el PSOE andan descabalgados después del atropello electoral, en el
PP no le andan a la zaga. Se mantienen, eso sí, más o menos unidos en torno a
Rajoy, que sí sería de nuevo candidato, pero… Sus resultados electorales, sí y
sin paliativos, semejantes a los del PSOE, pero ganaron, eh, que no se olvide
de ello la ciudadanía, que fueron la lista más votada. Increíble, pero cierto.
¡Qué cosas!
Año
nuevo, las mismas caras del pasado. Los cuatro jinetes de nuestra democracia desean
disponer al menos de un pequeño terreno comunal donde pasten sus caballos. El
quinto y el sexto y el séptimo y demás, aunque alguno mordisquee las orillas,
no entrarán en el cercado. O sí, quién sabe, a saber, ya veremos. A lo mejor se
apuntan de escuderos de los cuatro grandes.
No
sé por qué, pero tengo la impresión de que muchas de estas dudas se resolverán
a partir de hoy y mañana, cuando la CUP diga lo que va a hacer con Mas, que, aunque así
se apellide, cada día va a menos. O lo que decidan algunos de sus diputados el
próximo día diez. A partir de ese momento llegará el juego de pactos o no, ya
que unas nuevas elecciones en Cataluña podrían ser la antesala de otras en
España y todos los partidos tendrán que ponerse las pilas. Bueno, los que las
hayan gastado en los anteriores comicios tendrán que arreglarse con ir a
manivela.
Entramos
en unos ocho días apasionantes, de dimes y diretes, de independentismo o no, de
alianzas extrañas o no, de dudas y vacilaciones, de dar o no estabilidad a un
país, aunque haya que tragar carros y carretas, de pactos raros y con líneas
rojas o verdes o azules. Quien sabe, a lo mejor hasta seguimos tan tranquilos
con lo que nos espera. ¡Y mira tú que hay jamelgos por ahí sueltos dispuestos a
ganar la carrera!
Sean
felices en el 2016. Disfruten del espectáculo y sonrían, por favor, que no son
fechas de andar cabreados.
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