POLÍTICA DE ANTES, AHORA

Patxi para el Congreso y Pío para el Senado. Ya está. Ciudadanos, que decía que el Senado no servía de nada, pero actúa de muleta para confirmar algo que sospechábamos, que el Senado sí vale: para figurar y cobrar. Y el PSOE y PP continúan haciendo de las suyas.

Veamos, está bien que determinadas personas encuentren acomodo en distintos sillones puesto que su vida pública hasta hora fue demasiado agitada, dicen ellos, aunque no lo pensemos los demás y deben descansar en algún lugar, aunque mejor lo harían si se fuesen a su casa, se calzaran las pantuflas y, en un sillón, se durmieran viendo la tele. Pero de ahí a que sigan en algunos puestos haciendo más de lo mismo, es decir, gente a la que hay que encontrar algún sitio donde cobren bien y no den mucha guerra, ya está bien. Por poner algún ejemplo: el mismo Patxi, el mismo Pío, Celia Villalobos, Alicia F. Camacho, Ignacio Prendes (que vaya salto que dio desde UPyD en Asturies), etc. Cuando llegan los nuevos, resulta que no están conformes con ellos, los de siempre, porque visten o peinan de forma distinta a la suya, aunque tengan nietos, o hijos o sobrinos que sí lo hagan, pregonan muy ufanos. Aún no han caído de la burra, algunos, y siguen creyendo que hay que vestir como en el siglo XIX; aún no han visto por la calle a la gente; son personas cuyos ojos llevan una especie de censura que les evita verlos. Y así es que, cuando alguien se presenta delante de ellos, sin poder evitar echarles una ojeada al menos, se quedan pasmados y se preguntan de dónde han salido. Es lógico, esas personas elegidas democráticamente, porque van en una lista cerrada a cal y canto por los partidos, aún no han entrado en el siglo XX, siguen en los ochenta o noventa del siglo pasado, cuando ellos llegaron a la política. Y así nos va, siguen haciendo la política de entonces sin darse cuenta de que las cosas han cambiado.

 

No pierdan la sonrisa y pásenlo bien.