Henos aquí otro día más encerrados entre
las paredes de nuestra casa. Al menos yo. Muchos hay que disponen de jardín o
incluso de piscina y pueden llevar el confinamiento algo mejor. O se adueñan de
espacios comunes en su urbanización y pasean por ellos como Pedro o Mariano por
su casa. Pero eso es otro cantar.
Sigo de vez en cuando las noticias en la
tele y sigo confirmando que no hay día en que no nos cuenten medias verdades,
hasta el punto que ya no creo ni les hago caso a los números de fallecidos, de contagiados,
de recuperados ni casi de nada. Suelo esperar a ver si hay alguna anécdota o
algún chisme que me haga sonreír. A veces sí, a veces, no. Como en la vida
misma.
Me choca mucho cuando hablan del número de
sanciones y detenidos. Miles y miles de multas, pero cero o casi de
confirmaciones de que se hayan pagado. Bueno, sí, un caso que oí en una cadena,
no sé en cuál, en que un juez en Rianxo condenó a una persona a setecientos
setenta y pico euros por haberse saltado el confinamiento once veces. Desconozco la sentencia y su redacción, ya que es un dato tomado de la tele, pero... ¡Coño! Quedé
un tanto pasmado. No me salían las cuentas. Resulta que repiten los que mandan
que las multas por salir sin causa justificada van desde los 100 euros hasta no
sé qué miles. O sea, que si esa persona salió once veces, a mí me resultan mil
cien euros, eso sin tener en cuenta que las cuantías, digo yo, habrían
aumentado en función de la reincidencia en dicho comportamiento, es decir, de hacer lo que
le da la gana. Y claro, echo la cuenta del juez y me sale a unos setenta euros
por cada falta. No sé si reírme o llorar.
Resulta que las multas no lo son tanto como
nos cuentan. Y si a eso añadimos que no hace mucho, desde el poder judicial en
otra noticia de la tele, alguien salió diciendo que las multas hay que ponerlas
bien, haciendo constar el artículo y la ley que se salta el sancionado o
detenido, porque no es lo mismo una que otra, y el resultado puede ser nulo en
cuanto al dinero o condena con que se ha multado, pues me encuentro con que el alucine
que me corre por la cabeza es de órdago. Porque si un juez lo dice, es porque
las fuerzas de seguridad no lo están haciendo bien. O al menos algunas. Lo
cual, trasladado al número de sanciones impuestas y detenidos, querrá decir que
ni fu ni fa.
Y yo en casa, consolándome, poco pero menos
da una piedra, con que al menos aquellos que se desconfinan voluntariamente y
cuando les viene en gana, se la están jugando y pueden acabar con una merma en
sus cuentas corrientes o pasando unos días en la cárcel por gilipollas.
Y ahora resulta que no va a ser así. Anda,
ya, verás como resulta que el gilipollas voy a ser yo. Y los que cumplen las normas como
este menda.
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