sábado, 4 de abril de 2020

EL MURO


Y el hombre corrió y corrió.
Cuando llegó al final del camino,
el muro le impidió avanzar.
Se dio la vuelta y siguió corriendo,
sin rumbo, renqueante,
tambaleándose, mientras
echaba la vista atrás,
apesadumbrado y doliente,
con el alma llena de recuerdos,
con el corazón rebosante de amor,
nostálgico,
mas sin ánimo de regresar

El niño corrió y corrió.
Cuando llegó al final del camino,
el muro le impedía avanzar.
El niño retrocedió unos pasos,
luego, valiente y audaz,
intrépido como un soldado
en la batalla,
héroe inconsciente e inmaduro,
corrió y corrió y lo saltó,
Nada ni nadie impedirá su avance
en busca de su incierto futuro,
mas de su propia verdad.

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