martes, 12 de febrero de 2013

ARTUROS: OPINIONES Y NEGOCIOS.

Ya tenemos en España dos Arturos Fernández para encuadrar. El primero, asturiano como yo, actor y de quien disiento totalmente en cuanto al concepto que tiene de la defensa de los derechos laborales y sociales ante la injusticia, que espetó no hace tantos meses en un programa de televisión, de cuyo nombre gatuno no quiero ni acordarme, que la gente que va a una manifestación es fea, sacada de campos de concentración para soltarlos en manada por la calles. Así que este “chatín” quedó automáticamente deslegitimado para opinar con razón en una democracia por la falta de respeto que demostró y solo le faltó autoproponerse para trabajar como guardia en esos campos de los que habla. Yo me imagino un personaje semejante en la Alemania de Hitler y me echo a temblar. ¡Qué nostalgia de otros tiempos, chatín!
Y el segundo Arturo Fernández nos ha saltado a la palestra ayer, aunque parece ser que ya era más que conocido por sus hazañas en la Comunidad de Madrid, siendo presidente de los empresarios de esta región
Este señor paga a sus empleados, según la denuncia de alguno de ellos a la Cadena Ser, en dinero negro; más sobres por ahí sin que nadie sepa de donde salen. Esto de los sobres y el B debe de ser la moda desde hace unos años por Madrid, y en provincias sin enterarnos, ¿o también hay sobres y B?
Resulta que este ejemplo de empresario, vicepresidente de la CEOE, es decir del equipo de Rosell (el que no cree en la EPA, el que mandaría a casa con subsidios a miles de funcionarios, etc.), parece ser que ya ha sido sancionado con cerca de medio millón de euros por impagos de cuotas a la Seguridad Social, tiene abiertos varios procesos de sanción y de reclamación administrativa y cuatro sanciones de la tesorería de la Seguridad Social. Además, según El Economista, debe al Instituto de Turismo de España cerca de tres milloncejos de nada y, según Vozpópuli, unos dos millones a Ifema, los cuales nadie le reclama, ¡qué cosas y qué suerte tiene que nadie del Ifema se acuerda de ese nadería!.
O sea, un santo, un claro ejemplo de los grandes empresarios de este país.
Y, como Rajoy cuando le preguntan que qué pasa con esos sobres, tiene a mano la respuesta oficial de estos escalones del poder: todo es falso, aunque puede haber habido algunas irregularidades a lo largo de los años. ¿Y por qué? Pues porque, como el entramado hostelero es tan complicado, las nóminas también lo son y puede escaparse cualquier cosa, hombre. Este señor es un inepto. ¿A quién tendrá encargado de confeccionar las nóminas? ¡No habrá gente o empresas más que cualificadas en España para hacerse cargo de estas cosas sin que la complicación sea una disculpa! Si hasta él mismo puede crear una para ello. Aunque no me creo entonces que no cometa irregularidades, pero a conciencia y con fines espurios.
Pues este amigo de Esperanza Aguirre, otra que aparece en cuanto hay casos de estos por allí, ya logró unos cuantos concesiones hosteleras en edificios públicos de la Comunidad madrileña. Pero no es que la Espe tuviera nada que ver, aunque gobernase, que también la esposa del actual Presidente, Ignacio Glez, es la vicepresidenta de la CEIM, la patronal madrileña de la que Arturo es presidente. ¡Cómo se lía la madeja!
Y mientras esto pasa y los inspectores de Hacienda exigen investigar lo de los dichosos sobrecitos B, De Guindos, ministro que sigue en el guindo o le interesa estar subido en él, nos cuenta que "Si efectivamente hay algún comportamiento que es incorrecto, algún comportamiento que va contra la normativa tanto en el ámbito laboral como en el ámbito fiscal, se va a actuar y se va a actuar aplicando la ley". Señor De Guindos, ¿cómo se va actuar aplicando la ley si no se investigan los hechos?
Sr. Rosell, se rodea usted de la crème de la crème. Y más vale que el refrán “”dime con quién andas y te diré quién eres” no se cumpla en su caso.
En España, hasta que no haya una verdadera regeneración política y empresarial seria, llevada a cabo por gente ajena a todo el entramado de pillos que vive a cuenta de todos nosotros, no puede ningún gobierno convencernos de la necesidad de apretarnos el cinturón para levantar el país, aunque sí lo puede realizar por la fuerza, justo lo que hace ahora.
Pasen un buen día, que es Carnaval. Un saludo.

 

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