Es verdad que
Fraga, allá por los sesenta del siglo pasado, tenía razón cuando dio luz verde
al más famoso de las frases con las que se conoció a aquella marca del país de
entonces: España es diferente, Spain is different, Spanish is different. Aún hoy sigue plenamente
vigente, aunque se llame pomposamente “Marca España” que tanto se oye ente la
gente pija de este país, como si con solo decirlo ya estuviese todo arreglado: dicen que sirve para respaldar la posición política, económica,
cultural, social, científica y tecnológica de nuestro país a nivel
internacional.
Deben
de creer que, dejando a un lado a los españoles que tragamos de todo y cada día
que pasa más, el resto de ciudadanos europeos son tan tontos como nosotros.
A
nivel económico estamos por los suelos, hasta el punto de que nuestros socios
comunitarios no tienen mucha fe en que salgamos adelante de la misma forma que
ellos, más bien suponen que acabaremos siendo uno de los estados basura
europeos. Se salvarán los de siempre:banqueros, grandes empresarios, políticos y corruptos a mogollón.
En
cuanto a la cultura, ya me diréis: presumimos de ella, pero ya casi no aportamos
ni un céntimo para consolidar al menos
lo que había, permitiendo poco a poco
encaminarse a la ruina nuestro arte, cine, música, teatro, televisión,
monumentos, etc.
A
nivel social, ya me contaréis, acabando con la educación, con la sanidad, con
las ayudas a nuestros mayores, con el tejido industrial, con el campo, con seis
millones de parados; vamos, como para presumir de marca España.
Y a nivel
científico y tecnológico, ya saben que hay que aprender idiomas y emigrar si
quieres participar en algún proyecto que merezca la pena y aprovechar para
ganarte el pan aunque sea con el sudor de tu frente, porque en este país el pescado que hay está todo vendido y los barcos de pesca ya no salen a faenar.
Dejo
para el final el aspecto político de la marca. Y pongo solamente un ejemplo. La
ministra de educación alemana, al descubrírsele que en su tesis doctoral había
plagiado distintos textos de otros autores sin haberlos incorporado a la
bibliografía usada, y que la Universidad le retiraba su título de doctorado,
dimitió, de forma más o menos voluntaria, aunque haya dicho que va a recurrir
ante la justicia. Pero lo primero, la dimisión, sea o no culpable. Y más del
sesenta por ciento de alemanes de acuerdo con su marcha ante los hechos denunciados aunque, según Merkel, haya sido la mejor ministra de Educación de Alemania..
Es
chocante lo que dijo a la hora de la dimisión: “Primero va el país, luego el
partido y después yo misma”.
Justo
al revés que aquí. En España la frase, y es tan real como que existimos, digo
yo, se convierte en: “Primero yo mismo, luego el partido y al final mi país”.
Por
eso, entre otras cosas, Spain is different (no sé idiomas, lo “plagié” de
Internet, pero sigo el ejemplo de nuestros políticos, no dimito aunque me
imputen por ello).
Pasen un buen domingo. Sean felices.
Estás equivocado en lo que dices al final. Está muy claro que para nuestros políticos el orden no es primero yo, luego el partido y al final España, no hombre no; para esta tropa es "primero yo, después yo y si al final queda algo tambien yo". ¿Tengo razón o no?. Pués eso....
ResponderEliminarHermano mayor