sábado, 23 de febrero de 2013

DESENLACE NOBILIARIO


Según el New York Times, la Casa Real y el CNI están presionando a los medios para que traten al duque em-palma-do con cierta cortesía, que no se ceben con él. Es que el pobre ya está hasta el cuello de mierda y acabaría llegándole a la boca. No está el hombre para comer esos manjares, y menos aún la duquesa consorte, que no tiene culpa de nada, excepto la de de sufrir un marido así. ¿O sí tiene culpa? ¡Ah! ¿Chi lo sa?
¡Uf! Este asunto además lo ha llevado a un empobrecimiento total. No debe tener nada, ni un céntimo. ¿Cómo se las arreglará?
Según Vozpópuli, la estrategia del duque, si ve que el asunto se le pone demasiado feo (y eso debe querer decir que aún no lo está mucho y puede que salgan más cosas, o más correos inculpatorios) pasa por declararse culpable llegando a un acuerdo con la fiscalía, con el beneplácito del juez que dicta la sentencia, para que la condena sea inferior a dos años de cárcel y así se vaya de rositas porque no tiene antecedentes. Y como uno de los garantes y estrategas de esta postura urdida entre otros por el mismo ministro de justicia, según las mismas fuentes, pues, hala, tan ricamente para su casa. ¿Devolver el dinero? ¡Si fue una nimiedad y habrá tenido que pagar a los abogados! ¡Si él apenas se llevó nada! ¡Pero no veis que es más pobre que las arañas! ¡Da una pena el hombre! ¡Y la dulce esposa que no sabe donde meterse! ¡Vamos, anda, no seáis crueles con él, no vaya a em-palma-r más!
Ya podrá el otro ex socio hablar y hablar, y descubrir correos y más correos, y enfurecerse y rabiar, que no le quedará más remedio que apechugar con la más fea. Le está bien empleado, por no ser yerno de un monarca.
Y el Rey y el gobierno, con la colaboración de otros semejantes a ellos aunque parezcan de polos opuestos, saldrán a la palestra a contarnos a los españoles el clásico y maravilloso cuento infantil de la literatura castellana escrito a dos manos y titulado “La justicia es igual para todos”,  que termina con  las palabras de uno de los personajes principales diciendo la frase memorable, y que quedará para la posteridad puesto que aún se usa hoy, de que “El que la hace, la paga” , mientras hace mutis por el foro.
El público asistente a la audición, sentado en sus escaños, romperá a aplaudir entusiásticamente mientras, puesto en pie,  grita reiteradamente “¡Otra!, ¡Otra!,  ¡Otra!”
Y los narradores les cuentan más: “La cacería del elefante”, “El secreto del tesorero”, “El caso asturiano de Río Piedra”, “El campeón”, “El jornalero andaluz”, “”La importancia del método en un país soberanista”, “El juego de Pokemon”, “Los trajes encantados”, etc.
Al final, todos se fueron  a casa felices y comieron perdices.
Pasen un buen día. No sé si se habrán dado cuenta de que ya aprendí del PP a no dar nombres. Los personajes del escrito son fruto de mi imaginación. Un saludo.
 

 

1 comentario:

  1. Veo en la columna que está al lado izquierdo de donde escribo que en enerol de 2013 has publicado 33 "camientos", casi tantos como en todo 2012. Como se diría en el "argot" académico veo que "progresas adecuadamente". Sigue así que muchosd disfrutamos de tus críticas.
    Un abrazo del hermano mayor.

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