viernes, 22 de marzo de 2013

OBAMA Y LA OPRESIÓN DE LOS PUEBLOS

Y ese querido presidente de los EEUU, al que no sé si le quieren más por él mismo o por su esposa, mujer ahora muy de moda en las noticias de corazón y de la moda, llegó a Israel y soltó un discurso muy aquello con lo que de él se esperaba. Mucho Israel y mucho apoyo. De vez en cuando quiso ponerse un poco dispuesto al diálogo con el pueblo palestino y le  espetó a la juventud israelí que pensaran en lo que sería, como les sucede ahora mismo, nacer y vivir en un país no reconocido e invadido por en ejército extranjero como es el caso en este momento de un niño palestino. Obama tiene que quedar bien, a fin de cuentas la mayor parte del dinero que se encuentra en los EEUU se halla en manos del poder judío. O sea, que, blanco y en botella… Pero además por ahí alrededor andan países que no despuntan precisamente por tener unas relaciones cordiales con ellos, Líbano, Siria, Jordania, donde no es oro todo lo que reluce, Egipto,  un poco más allá Irak e Irán, etc. Así que como para ponerse abiertamente a favor de Israel y de sus barrabasadas que recuerdan en ocasiones a hechos casi similares a los que ellos mismos sufrieron a finales de los años treinta del siglo pasado y que nos hicieron abrir los ojos como platos y escapársenos incluso las lágrimas ante tanto horror como siguió a aquello. Cuando Obama declara que está comprometido con la consecución de un estado palestino independiente, debería también pararles los pies a quienes lo impiden.
No obstante, no estaría de más que apareciese también por Marruecos para explicarles algo sobre el Sahara Occidental y contarle en la cara a Mohamed VI lo mismo que a Netanyahu. Porque, que no se olvide, fue uno de los presidentes que lo antecedieron, Gerald Ford, el que mostró todo su apoyo a Marruecos en 1975 durante la famosa y aberrante Marcha Verde encaminada a quedarse con aquel territorio que no le pertenecía y donde implantó un estado de terror para los saharauis hasta el punto que muchos miles de ellos se hallan  expatriados en el Tinduf argelino porque no disponen de las suficientes condiciones de libertad que deberían de tener en su propio país también con un ejército invasor.
Obama debería de mostrar todo su apoyo al Sr. Ross, enviado personal del secretario general de la ONU, y acallar, porque medios tienen para ello a su disposición, las órdenes dadas desde altas instancias a la prensa marroquí para iniciar una campaña contra él porque viene a intentar poner fin a una situación que debería avergonzar al mundo accidental, empezando por España que firmó aquellos ilegales Acuerdos de Madrid en 1976 con Mauritania y Marruecos.
Que Palestina y el Sahara son problemas diferentes está claro; pero que las consecuencias las están pagando sus ciudadanos de forma similar también. Hay más, piense en el Tibet o en el Kurdistán.Pero resolver los dos primeros serían un gran paso.
Ya lo sabe, Sr. Obama, hay más pueblos a los que desde su gobierno se les puede echar una mano porque, nos guste más o menos, aún su país manda mucho en determinados ámbitos, léase Israel o Marruecos, y se hace en gran parte lo que ustedes desean,  a poco que se lo propongan, en estos temas.
Un saludo y hasta mañana.

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