martes, 26 de marzo de 2013

¡VAYA TRES PATAS PA UN BANCO!


Estos de la PAH lo van a tener crudo ante las declaraciones de distinguidas eminencias de la política española afanadas en demostrar que la Plataforma no es quien es, sino todo lo contrario y aún más.
Por un lado, Cospedal, que se explica como se explica, en un encuentro con sus jóvenes populares  viene a considerar a los miembros de la PAH como una panda de personas violentas porque han llegado a entregar unas cartas a Pons en su domicilio y además protestan en la calle contra esa lacra bancaria que ha llevado a estas consecuencias para miles de españoles sin culpa de nada; por el otro, nuestra querida Cifuentes, la madrileña que tantas “verdades” nos cuenta, los acerca de buenas a primeras a partidos próximos a ETA, que apoyan a Bildu y a Sortu, según ella que no sabe que dichos partidos son tan demócratas, aunque lo les guste, como el PP o UPyD por ejemplo, es decir, sus representantes salen de las urnas; y por fin, Rosa Díez, otra Rosa de España, la de hoy aquí y mañana allí, la jefa del que canta y Cantó verdaderos dislates sobre la violencia de género, que llega a comparar a la PAH con la kale borroka.
¡Ay, pobrecitos! Ya os veo, queridos miembros y afines a la PAH, saliendo en televisión embozados, con gafas de sol oscuras y algún pañuelo de colorines al cuello, sobre un fondo de una familia echada de su casa mientras un banquero les enchufa una aspiradora que succiona hasta la última gota de sangre de esos desahuciados y los políticos españoles aplauden a más no poder. Y así poco éxito vais a tener, aparte de que os llamen terroristas y acabéis perseguidos por todo el orbe por la Guardia civil, por la Policía Nacional (esta si no tiene manifestaciones donde ir a “restaurar el orden público”)por la Interpol, por el FBi, por el Mossad, por…
¡Vaya tropa estos políticos, en este caso políticas! Ante cualquier cosa que no les gusta a ellas/os o a sus amigos de la banca, entran a degüello y cercenan cualquier tipo de derecho amparándose en que eso no es libertad de expresión, es libertinaje.
¡Ya, ya! Cuando Cospedal explica a esas nuevas generaciones de su partido que la juventud sí tiene y puede ejercer su derecho “a la rebeldía, al inconformismo también, a las ganas de superarse también, a la necesidad de seguir cada vez hasta más lejos también, a la capacidad de emanciparse también, a tener una vivienda digna y a conseguir empleo también…” y nada de eso pueden encontrar desde hace años en España, ¿qué hacen? Lo que quieren ustedes: meterse en casa calladitos a ver la tele, la 1, que “informa” que da gusto. De esa manera, la mayoría silenciosa, esa de la que tanto les gusta presumir, esa que no sale a la calle, se verá incrementada por estos miles y miles de personas que claman justicia ante los manifiestos chanchullos y estafas de los bancos, estos que son los jefes y dueños absolutos de la política española.
Pero tal vez no sea así, Sras. Cospedal, Cifuentes y Díez; acaso la razón de no estar más gente en la calle junto a otros millones de personas sea que ya no tienen un céntimo para comprar ni una triste bata o unas baratas zapatillas para salir y… ¿desnudos?,… fijo que aún les resta mucha más dignidad para soportarlos, la que no tienen ustedes.
No obstante, si siguen apretando, a ello llegaremos, y sin perder la dignidad porque será lo único que les quede llegado ese momento.
Disfruten del día. Un saludo

 

 

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