¿Por qué se
parecerán tanto los partidos políticos cuando se enfrentan al mismo problema? Siempre
encuentran la misma solución: esconder la cabeza en el suelo como los
avestruces a la mínima señal de peligro.
Escribo esto
porque he leído las declaraciones de Orviz, el coordinador general de IU en Asturias:
orden de silencio total a sus afiliados, so pena de tomar medidas disciplinarias
contra ellos, si se les ocurre comentar algo sobre el imputado portavoz del partido
en el parlamento asturiano por prevaricación o hablar de las deudas de la federación
madrileña con Hacienda. Y todo porque, deja caer de refilón, parece ser que
todo es una campaña orquestada por los medios y los partidos de la derecha para
desestabilizarlos.
¿Por qué será que
se me asemeja a lo que está haciendo el PP con el caso del innombrable? Acusa a
un determinado medio de comunicación, pero deja otros, los más afines, sin
tocar a pesar de haber publicado y emitido críticas de la misma manera que el
anterior. Al mismo tiempo se prohíbe, o no se recomienda, pronunciar la palabra
"Bárcenas", como si fuese anatema. ¡Vade retro, autor de los papeles!, debe decir
el presidente oportuno cuando comienzan últimamente sus reuniones de partido o
sus consejos de ministros; y todos contestarán al mismo tiempo con algo así
como ¡Que se vaya al retro el infame! El caso es no pronunciarlo ni pensar
siquiera en su nombre, no vaya a ser que el vil calumniador con sus poderes los
transporte en un helicóptero fantasma a una cima del Himalaya y los suelte allí
sin esquís y sin ropa de abrigo.
Y Orviz debe
temerse algo así o no me lo explico. Como ahora vienen mal dadas, entonces considera
que su pupilo no debe ser apartado del cargo puesto que no metió mano en las
arcas públicas, cosa que yo me creo si la justicia no dice lo contrario. Lo que pasa es que el mismo
Orviz, meses atrás, ante el hecho de que diputados del PSOE se habían visto
imputados en el caso Marea, proclamó que debían ser apartados del cargo
inmediatamente, y en ningún caso comentó eso de no meter la mano, sino que lo
generalizó simplemente con lo de “imputados”.
Así que ahora,
por coherencia consigo mismo, lo menos que debería hacer es otro tanto con su
correligionario o bien debería pedir perdón por aquella frase que
posteriormente le salió torda.
Pero lo que
nunca, nunca, debe hacer un político con mando en plaza es decir a los
afiliados de su partido, a causa de una metedura de pata propia, que se callen o
echar la culpa a otros. Y menos aún que esa orden de silencio salga aireada en
los medios para regocijo de sus opositores.
O se es
consecuente o no se vale para el cargo, a no ser que vaya con los de la feria y
vuelva con los del mercado.
Pasen
un buen y abríguense, que vuelve el frío. Un saludo.
Pero bueno, hombre. ¿Tu conoces a algún político que sea coherente o que pida sinceramengte perdón y se vaya?. Entonces ¿qué esperas de estos "pelamangos"?.
ResponderEliminarHermano mayor