viernes, 8 de marzo de 2013

¡SILENCIO O TE VAS A ACORDAR


¿Por qué se parecerán tanto los partidos políticos cuando se enfrentan al mismo problema? Siempre encuentran la misma solución: esconder la cabeza en el suelo como los avestruces a la mínima señal de peligro.
Escribo esto porque he leído las declaraciones de Orviz, el coordinador general de IU en Asturias: orden de silencio total a sus afiliados, so pena de tomar medidas disciplinarias contra ellos, si se les ocurre comentar algo sobre el imputado portavoz del partido en el parlamento asturiano por prevaricación o hablar de las deudas de la federación madrileña con Hacienda. Y todo porque, deja caer de refilón, parece ser que todo es una campaña orquestada por los medios y los partidos de la derecha para desestabilizarlos.
¿Por qué será que se me asemeja a lo que está haciendo el PP con el caso del innombrable? Acusa a un determinado medio de comunicación, pero deja otros, los más afines, sin tocar a pesar de haber publicado y emitido críticas de la misma manera que el anterior. Al mismo tiempo se prohíbe, o no se recomienda, pronunciar la palabra "Bárcenas", como si fuese anatema. ¡Vade retro, autor de los papeles!, debe decir el presidente oportuno cuando comienzan últimamente sus reuniones de partido o sus consejos de ministros; y todos contestarán al mismo tiempo con algo así como ¡Que se vaya al retro el infame! El caso es no pronunciarlo ni pensar siquiera en su nombre, no vaya a ser que el vil calumniador con sus poderes los transporte en un helicóptero fantasma a una cima del Himalaya y los suelte allí sin esquís y sin ropa de abrigo.
Y Orviz debe temerse algo así o no me lo explico. Como ahora vienen mal dadas, entonces considera que su pupilo no debe ser apartado del cargo puesto que no metió mano en las arcas públicas, cosa que yo me creo si la justicia no dice  lo contrario. Lo que pasa es que el mismo Orviz, meses atrás, ante el hecho de que diputados del PSOE se habían visto imputados en el caso Marea, proclamó que debían ser apartados del cargo inmediatamente, y en ningún caso comentó eso de no meter la mano, sino que lo generalizó simplemente con lo de “imputados”.
Así que ahora, por coherencia consigo mismo, lo menos que debería hacer es otro tanto con su correligionario o bien debería pedir perdón por aquella frase que posteriormente le salió torda.
Pero lo que nunca, nunca, debe hacer un político con mando en plaza es decir a los afiliados de su partido, a causa de una metedura de pata propia, que se callen o echar la culpa a otros. Y menos aún que esa orden de silencio salga aireada en los medios para regocijo de sus opositores.
O se es consecuente o no se vale para el cargo, a no ser que vaya con los de la feria y vuelva con los del mercado.
Pasen un buen y abríguense, que vuelve el frío. Un saludo.

1 comentario:

  1. Pero bueno, hombre. ¿Tu conoces a algún político que sea coherente o que pida sinceramengte perdón y se vaya?. Entonces ¿qué esperas de estos "pelamangos"?.
    Hermano mayor

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