jueves, 16 de mayo de 2013

AÚN NO HAN MADURADO


Dejadme que me fije hoy en EEUU, la cuna de la libertad, del liberalismo y de la democracia de algún partido español Allí estos días se echan las manos a la cabeza ante el espectáculo del ya más que archifamoso Ariel Castro sobre el secuestro de tres chicas y las monstruosidades que realizó con ellas a lo largo de varios años; hace una semana, durante la manifestación del Día de la Madre en Orleáns, se entabla un tiroteo y hieren a una veintena de personas mientras hay irresponsables que se llaman a sí mismos amigos del rifle o algo similar que defienden que las armas deben poder estar en manos de todos cuantos las deseen; en ese paraíso de los derechos civiles, se sigue manteniendo en Guantánamo a un centenar de presos, a los que ellos llaman terroristas, sin que nadie les haya juzgado y en condiciones infrahumanas; es el país del tío Sam en el que existen millones de desprotegidos sanitariamente entre los menos pudientes, aquellos que no se pueden pagar un seguro; es la antítesis del edén cuando el hambre azota en sus ciudades a millones de personas sin que a nadie le parezca un tema mayor; es el país de Hollywood y los oropeles baratos; la nación, que fue la más poderosa del mundo, capaz de meterse en conflictos bélicos durante los últimos cincuenta años saliendo de ellos a veces escaldada y a veces haciendo aún más archimillonarias a sus empresas a cuenta de ríos de sangre inocente; el país de las oportunidades para engordar a base de comida basura; la tierra donde aún hoy, a pesar de estar en el XXI, se sigue condenando a muerte incluso a deficientes psíquicos; donde aún la Biblia interpretada literalmente sigue siendo  en muchos casos el libro de cabecera y el creacionismo es una de las creencias firmes de una gran parte de sus estados; donde la educación pública se resguarda en los guetos más recónditos y sórdidos de las ciudades; el lugar donde, en aras de la libertad, los derechos humanos o de algo así, como lo entienden ellos, se construyen grandes muros que separen su nación de los estados del sur o permiten con su hipócrita tolerancia lo mismo en países de su órbita militar como Israel, mientras levantaron la voz alegres y victoriosos cuando el muro de Berlín se vino abajo; son los mismos capaces de derrocar un gobierno democrático con tal de mantener su poder en una determinada zona del mundo.
Supongo que hay más cosas que no me gustan, pero que ahora mismo, a estas horas de la noche, mientras escucho llover a través de la ventana, a bote pronto no me salen. ¡Qué país tan controvertido para el pensamiento europeo! Se nota demasiado que su historia como nación occidental tiene solo trescientos años. Aún no han madurado, por más que su poderío económico y militar todavía nos abrume.
Quiero creer, porque tampoco estoy ciego, que hay más cosas que no pintan de esta manera y son buenas, como en cualquier parte del mundo.
Pero, lo siento, EEUU para los estadounidenses. Aún no estoy preparado para tragar sus consignas.
Buen día y sigan sonriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario