UN CONSEJO, CON PERDÓN.

Querido y apreciado Presidente. No sé si reñirle o reírme.

Pero bueno, Mariano de mi alma, ¿qué tiene usted en su corral? Esconde ahí dentro a unos animalejos que ya no es que empiecen a cantar al alba, es que lo hacen a todas horas del día y de la noche y no dejan pegar ojo a la vecindad.

No me extraña que usted nos pida paciencia. A fin de cuentas pensará que qué sabemos nosotros lo qué es eso. Sospecho que la suya se habrá acabado hace tiempo con las joyas que tiene expuestas a su alrededor.

Veamos alguna, por poner algún ejemplo, y que la gente sepa del mal trago por el que debe de estar pasando.

Ahí tiene a Aguirre, que se retiró de la Presidencia madrileña, dejando entrever razones médicas, para convertirse en su verdugo particular. Aunque antes ya le daba en el morro como es debido. ¡Menuda es la marquesona! Supongo que la habrá oído darle clases de economía para salir de la crisis, aunque luego, humildemente explica que usted está haciendo las cosas bien, para añadir inmediatamente que hay que cumplir el programa y usted no lo hace. ¡Joder, con amigos así para qué quiere enemigos!  Usted, como presi, ¿no tiene ninguna influencia sobre el jefe de ella para que la mande a dar la vuelta al mundo en ochenta años a la búsqueda de genios? Y si no, alguien habrá por ahí que lo conozca para que le eche una mano. Y quién sabe, a lo mejor nos trae al hombre de las nieves desde el Himalaya, al capitán América de EEUU o a un hobbit de Nueva Zelanda. No se corte y hágalo, verá que bien iba usted a dormir. A pierna suelta, vamos.

 

Pero si todos podíamos pensar que era la típica patochada suya, nada más oírla, los escuderos saltan a la palestra e intentan arreglarlo. Y va entonces Pons y, ni corto ni perezoso, se deshace en loas hacia usted, que para eso es por lo que cobra, y dice que el programa electoral del PP se va a cumplir. A ver, Marianito, porfa, llámelo y mándele que se calle o, al menos, que no diga cuándo porque este, a poco que le tiren de la lengua, nos suelta que para el 2014 y que creará otros tres o cuatro millones de empleos; si es así, ya lo veo a usted metido en otro follón como hasta ahora, que no ha salido aún de ninguno y ya lo meten en otro. Que lo dejen descansar un poco, hombre. Ríñalo. Aunque sea nada más con ¡ay, ay, Estebanito, que esas cosas no se dicen, que es pecado! Si cuela…

De Mato y sus fiestas, Cospedal y el finiquito, Montoro y sus previsiones, Báñez y la Virgen de El Rocío, de Guindos a las cerezas, Soria en el espacio sideral, Margallo y su familia sudamericana, Baltar, Fabra, Matas, Bárcenas, etc. ni le cuento. ¡Qué le voy a contar yo de las capacidades y aptitudes excelsas de esta gente que usted no sepa! Bueno, y si no lo sabía hace un par de años, tal vez lo podía llegar a sospechar; pero ahora la certeza creo que ya será total. ¡Anda, que no le salieron rana! ¡Pobrecito! No hay de quien fiarse, dígalo bien alto.

Por otro lado, se rodea de asesores, tanto a nivel personal como esparcidos por los ministerios, y se la meten hasta el fondo. ¿Así que la pobreza descendió en España? No les haga caso, querido amigo. Usted conoce los datos, y lo que no les debería haber permitido es que afloren esos datos porque sabe la verdadera realidad de esa afirmación: desciende porque acaso se referían a la  familia de ellos que ya estará toda colocada seguramente en puestos de responsabilidad, cobrando un buen dinerito. Mándeles a esos edecanes que estén tranquilos, que no se apuren, que la paciencia es una gran arte, que ya llegará el día de decirlo en serio, y que no presionen tanto que lo van a dejar a usted seco.

¿Y qué le parece esa mujercita delegada del Gobierno en Madrid? Pues nada, que lo va a volver a usted loco. Lleva usted desgañitándose, dale que te pego desde hace años, para vendernos que su partido es de centro y va ella y permite una manifestación, además en Chueca para acabar de joderla, de la Falange gritando Franco, Franco, Franco, o alzando el brazo con el Arriba España. Supongo que achacaría el hecho a la libertad de expresión, y no los habrá tratado de nazistas y totalitaristas para arriba, porque para eso Cifuentes es un ejemplo para la sociedad, aunque si hubiese sido un escrache pacífico, una manifestación obrera, o una convocatoria del 15-M… ¡je, je! Y usted sabe que no se puede ir por la vida con personas así en representación de su partido. Que van a por todas en cuatro días y acaban con todo, son unos inconscientes.

Mire, Sr. Rajoy, en serio, no me extraña en absoluto que haya envejecido veinte años en quince meses. Si quiere gozar de la pensión, déjelo, no se escuerne más. Son como niños el primer día de piscina: se tiran al agua como un tiro aunque no sepan nadar y luego se van llorando a llamar a papá. Y ya no está usted para estos trotes, con perdón.

Un saludo y disfruten del día.