Lleva unos días el PSOE que no acierta a decir ni una
palabra sobre las últimas acciones que hemos visto llevar a cabo por el
gobierno o a su alrededor. Es como si estuviesen esperando a que los populares
se cuezan en su propio jugo hasta que estén tan blanditos que no sepan donde
meterse y se desparramen sin tener un mínimo de entidad. Ahora mismo que el partido
que permite que Rajoy nos gobierne está
convertido en una verdadera gelatina de ingredientes aznarianos, barcenienses,
de sobres de colores, etc, y Rajoy y su equipo tienen serios problemas con sus
comunidades a causa del endeudamiento para el 2013 y más de una no soporta que
se hagan negociaciones a la carta y secretas de acuerdo con sus necesidades
debido a la mala gestión de algunas, el socialismo se ha dedicado a verlas
venir. Me recuerdan a Rajoy haciendo oposición a Zapatero. Callar y azorrar,
soltando de vez en cuando alguna que otra cosa para que la gente se acuerde de
ellos, pero evitando involucrarse y queriendo pasar desapercibidos, sin que
nada los salpique.
No olvidemos que durante el gobierno de Bambi fue cuando
empezaron a surgir las primeros problemas en este país: desempleo galopante,
crisis bancarias, crisis de ladrillo, cierres y EREs a gogó, etc. Fue en esos
años cuando el mismísimo Banco de España seguía mirando hacia otro lado
mientras algunos de los grandes desfalcos se llevaba a cabo o se comenzaban a
fraguar. Pero hay que afrontar los hechos, levantar la cabeza, admitir los errores y proponer nuevas acciones que nos saquen del fondo de este pozo en que nos han metido unos y otros. No es cuestión de esconder la cabeza en la arena.
Mal nos va a ir cuando el gobierno de hoy actúa como lo
hace, en contra de toda la sociedad, al tiempo que el primer partido de la
oposición permanece intentando resolver sus propios asuntos sucesorios,
resguardado en unas catacumbas donde es difícil dar con ellos. Y desde esas profundidades, aunque saquen de vez en cuando el periscopio, no podrán ver la realidad por la que pasa España. Seguir así no los convertirá nunca en alternativa del poder.
Buen día. Pásenlo bien.
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