viernes, 10 de mayo de 2013

PATALETA


Esta señora, Maru Menéndez, se ha pasado un pelo. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, le guste o no a quien escuche, pero siempre ha de haber pruebas para hacerlo. No se puede escudar en que la trama Gürtel afecta al PP para ampliar el delito de corrupción a todo bicho viviente que se mueve a su alrededor y que huele a popular. Le tocó al presidente de la comunidad madrileña soportar el insulto, puesto que ese calificativo, corrupto, así dicho, no se puede llamar de otro modo. Es posible que su discurso fuese demasiado visceral, se exaltase demasiado a la vista de algunas de las actuaciones del presidente madrileño en la comunidad, con las cuales por mi idiosincrasia tampoco estoy de acuerdo, pero no es de recibo "metella y no enmendalla".
Por desgracia, este tipo de actuaciones u otras semejantes son de lo más común en nuestros parlamentos tanto nacional como autonómicos. Ahí queda como uno de los últimos casos el del señor Beiras hace tan solo un par de semanas.
Cuando ese es el ejemplo que nos dan a los españoles, qué quieren que pensemos de ellos.
Que conste que no es cosa solo de esta diputada autonómica socialista o el del Bloque, es que por los hemiciclos, salones de pleno municipales, etc. pululan ejemplares así de todos los partidos.
Y por otro lado, que los diputados del PSM y de IU hayan abandonado sus puestos en solidaridad con la citada diputada, que se negó a retirar la palabra expresada en su intervención, no deja de ser un capricho y una pataleta casi infantil más que una postura responsable. No deberían de olvidarse que son los representantes de muchos cientos de miles de votantes que confiaron en ellos para que realizasen una misión determinada en el parlamento madrileño. ¿Qué el PP tiene mayoría y va a hacer lo que quiere? Seguro. ¿Qué al Presidente de la Cámara le falta un poco de mano izquierda, se pasó dos pueblos y está al servicio de su partido? Pues vale. Eso se llama mayoría absoluta y en otras comunidades es de otro color. Y donde se deben de decir las cosas es en el Parlamento.
Creo que por encima de todo está la Institución y, cuando hay gente que no tiene un mínimo de respeto hacia ella, entonces no sirven para el puesto. Las perretas de este calibre se deben coger en casa o en la sede de los partidos y en las declaraciones posteriores acusando de estas prepotencias, si así se consideran; pero para mí es difícil de entender que ustedes se ausenten e incumplan con sus obligaciones, cuando precisamente por estas es por lo que están cobrando su sueldo.
Por el bien de la Institución, no estaría de más que, cuanto antes, se arreglasen las cosas razonando sobre el asunto, en vez de obcecarse tanto unos como otros manteniendo una cabezonería de la cual todos saldrían malparados.

Hasta mañana y que ustedes lo pasen bien. El fin de semana está al caer.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario