Nos han aprobado
la LOMCE, en viernes para que la rumiemos el fin de semana, y después de una
huelga que había reunido a alumnos, profesores y padres por igual con el mismo
fin: es una ley que atenta contra la enseñanza pública, sí o sí. Introduce
distintos elementos que hacen que los estudios reglados hasta ese momento sean
casi inútiles puesto que se vuelve a reválidas incongruentes, si no fuese
porque tal vez el sr Wert crea que los profesores que han impartido clases
hasta ese momento son unos pringados y han repartido los aprobados por doquier
solo para su propia autoestima. Pone en duda la responsabilidad de estos
profesionales. No sé lo que se imagina ese señor, que en cuestiones de
educación está más bien Verde que Wert.
Cuando el pasado
día 14 la ley era retirada al tiempo que miles y miles de personas por todas
las ciudades españolas se manifestaban en la calle contra ella, hubo gente que
supuso que quizá se iba a dar marcha atrás y a tener en cuenta las protestas de
la calle. ¡Qué equivocación! Si por algo se retrata este gobierno y sus
ministros es porque quieren salir en las fotos de más adelante como los autores
de algo que cambia la sociedad, un hecho con el que quieren dejar su su
impronta a su paso por el ministerio. No piensan en si lo han hecho bien o no.
Simplemente quieren ser recordados aunque sea nada más por una aberración. Desde
que su jefe, el sr. Rajoy, dijo hace ya muchos años que el Prestige perdía unos
hilitos como de plastilina hasta hoy, han llegado a nuestras mentes infinidad
de frases y de hechos realizados por esta panda que nos hacen pensar si
realmente estaremos gobernados por seres humanos o por alienígenas que aún no han llegado a descubrir la esencia de los
habitantes de la tierra, más concretamente de esta rodeada por el Mediterráneo,
el Atlántico y el Cantábrico, con Portugal al oeste.
Buen viernes. Sean felices.
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