Como el
mar bravío, encrespado y colérico,
agitado violentamente
por los vientoshelados e insensibles del odio y del poder,
que se estrella sin piedad, impávido,
martilleante con sus crines extendidas
contra la costa, frágil y quebradiza,
aunque erguida y orgullosa,
conocedora de su pronta devastación:
la guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario