Oye, que hacía varios días que la Sra. Aguirre no saltaba
a la palestra y, mira tú por dónde, ayer se lanzó de cabeza y sin red.
Esta nueva descubridora de genios de la lámpara no se cortó
un pelo al hablar de las personas que conforman esos escraches y que tanto
molestan a sus amigos, responsables precisamente de que se hayan tenido que echar
a la calle para hacer oír sus reivindicaciones, a la vista que en el congreso
la mayoría parlamentaria no les hace caso.
Y así no se le ocurrió otra cosa que la de calificarlos de
émulos de los peores totalitarismos, imitadores del matonismo etarra,
compararlos con las juventudes hitlerianas o de las patrullas castristas
cubanas e incluso llamarlos energúmenos.
Cuando estas personas designan a los demás con estos exabruptos son capaces de poner rojo de vergüenza
ajena a cualquiera que mire los toros desde la barrera, o sea, que ya me dirán
ustedes entonces cómo se han de poner los afectados por esas palabras.
No es de extrañar que les contesten con las mismas frases
a ellos y, si aún hubiese algo peor, que ya sería bastante raro porque las
declaraciones se califican- descalifican- por sí solas, incluso aumentarlas.
¿Cómo quieren llegar en el PP a un consenso sobre estos
hechos, que tantas lágrimas están haciendo derramar a miles y miles de familias,
si la respuesta que han dado a sus propuestas es pasárselas por el forro y además
masacrarlos con los insultos que les dejan caer cada dos por tres alguno de sus
dirigentes?
Tal vez si Aguirre, Cospedal, Cifuentes y compañía
hiciesen como ese diputado navarro que reconoce que, ante un escrache sufrido
por él, en el que hubo una total
carencia de agresividad, se dedicó a escucharles atendiendo a las reflexiones que
esa gente le hizo, yéndose luego cada uno a su casa, decía que tal vez así esos
acosos se transformarían en otra cosa. No hay mejor cosa que tratarse con
educación y manteniendo un mínimo grado de ética ante estas situaciones. Y
quien tiene que dar ejemplo son justamente esos diputados que, no se olviden,
han sido elegidos por muchas de esas personas que protestan en la calle y deben
su poltrona a esos votos, aunque ahora, ya bien situados, no cumplan con
ninguna de sus promesas electorales.
Hasta el momento no he visto a un solo afectado por los
desahucios, ya sea porque le ha tocado a nivel personal o a nivel familiar, decir
que esa forma de protesta era una vergüenza. Siempre que oí decir barbaridades
sobre ellos fue a personas que viven muy a gusto en su casita calentitas y
felices. ¡No te jode, así cualquiera!
En el PP, los problemas, a causa de este tema, se le
amontonan en forma de dirigentes que no tienen ni un mínimo de respeto a las
instituciones que representan. Hace unos días fue Cifuentes, anteayer cospedal, ayer Aguirre, mañana ¿? ¡Qué más da! Sobran todos cuantos así piensen.
Esperemos que el Sr. Rajoy, que hoy va a ver al Papa,
salga inspirado de allí o tenga alguna visión de última hora y le dé la vuelta
a la tortilla. O al menos, no deje que se le queme.
Un saludo y hasta mañana.
Esto lo hacen para que nos olvidemos del caso Gurtel, de los papeles de Bárcenas y de là financiacion irregular del PP. ¡Está todo bien estudiado, nin!!
ResponderEliminarHermano mayor