miércoles, 10 de abril de 2013

INTERROGANTES: CONSTITUCIÓN Y POLÍTICOS

Nada, que estamos en un país donde los derechos se saltan a la torera simplemente por el descaro con que los defienden nuestros políticos. Si estos se ven perseguidos por la gente que pide y reclama los suyos, entonces automáticamente interviene el fiscal general para evitarlo. Porque los derechos en nuestro reino solo les pertenecen a la Casa Real, al Gobierno y a la clase política en general. Las obligaciones, al resto de ciudadanos.
Un escrache hecho contra un político por las hipotecas es una falta y dentro de poco será un delito con cárcel incluida. Un escrache realizado por la iglesia es una petición que entra dentro del derecho a la libertad de expresión.
Un ministro de justicia afirma que todos los españoles deben tener los mismos derechos, de lo cual se deriva que él sabe que no todos los tienen. Está admitiendo que hay españoles a los que no se les reconocen esos derechos. No afirma que todos tienen, sino “todos DEBEN TENER…”, dejando claro lo que el resto sabemos, que hay muchísimos españoles que no los tienen. ¡Viva el ¿MINISTRO DE JUSTICIA?! Pero es que a esta hora seguro que está más pendiente de sacar adelante la reforma de la ley del aborto que le pidió su amiga la Iglesia que de cumplir con las leyes europeas de los desahucios o en vez de realizar las gestiones precisas para que países como Catar tengan un acuerdo con España en cuanto a la devolución de posibles delincuentes, no vaya a ser que Urdangarín y familia se nos asienten en ese país donde sus regidores son amigos,“ hermanos del alma” de nuestro monarca. ¿O será que es eso precisamente lo que buscan?
¿Qué país este en el que, cuando un político de la oposición pide a un presidente, en este caso Feijóo, que dimita por sus relaciones con un narco, la respuesta que encuentra es que quiere chantajearlo. Tal vez ese presi se debería haber metido en su casa y haber hecho un acto de contricción, rezado una penitencia por las relaciones mantenidas sabiendo lo que sabía, aunque quiera dar la idea de lo contrario, y luego pedir perdón e irse, sin que nadie hubiese llegado a tener que soltárselo en la cara.
Un país donde hasta algunos de los mandos- un sargento, por lo visto- de la guardia civil de Castilla La Mancha se permite llamar a los socialistas en Facebook “políticos de bajeza y gañanes al servicio propio” sin que la autoridad competente haya movido un dedo. Precisamente en una comunidad con una presidenta que tiene uno de los sueldos más altos entre los políticos españoles, cobrando de cualquier sitio donde vea que algo se mueve, y capaz de enristrar de una tacada una larga lista de palabras incomprensibles para explicar lo inasumible por ella y sus amigos sobre el innombrable.¿Habrá estudiado en la escuela pública? Me gustaría saberlo.
Tenemos además un presidente de gobierno que se permite afirmar, motu proprio,  que no existe el consenso necesario para reformar la constitución, solo porque él y cuatro conocidos del suyo y de alguno de los demás partidos creen que es lo mejor para ellos. ¿Por qué no se le ocurre hacer un referéndum entre todos los españoles a ver lo que piensan? Supongo que ese sería un esfuerzo mental que le provocaría una desestabilización emocional nociva para su salud. No obstante, muchos habrá que le puedan ayudar. Por mi parte, aún reconociendo mi ignorancia en estos temas, le voy a exponer cuatro o cinco cosas para que las pregunten a la ciudadanía: ¿monarquía o república?; ya que de momento estamos en una monarquía, ¿estamos de acuerdo con la ley sálica, esa por la cual las mujeres no pueden reinar?; ¿pueden los políticos cambiar la constitución cuando les dé la real gana sin consultarlo a la población amparándose en que son los representantes elegidos en unas urnas?;¿realizan nuestros representantes una política encaminada a defender los derechos de los españoles a una vivienda, a una educación gratuita, a una sanidad gratuita, etc recogidos en la constitución o deben de cambiarse algunos de estos derechos  para adaptarlos a la incapacidad de nuestros gobernantes?; ¿deberían anularse las subvenciones a la enseñanza privada y dedicar ese dinero a la pública?; ¿debería la religión, la que sea, enseñarse en la escuela, o hacerlo en los templos destinados a ello de acuerdo con las creencias de cada uno?; ¿tendrían los partidos y sindicatos que autofinanciarse transparentemente a través de sus afiliados y donaciones, pero no a cuenta del estado?; ¿habría que romper de una vez ese acuerdo entre el gobierno español y el Vaticano por el que se les entregan miles de millones que no tributan al fisco ni se justifican ante nadie?
Podríamos seguir, se nos pueden ocurrir infinidad de preguntas y con ellas reformar la Constitución adaptándola a los tiempos que corren, pero es cuestión de voluntad, esa que la mayoría de los políticos en los puestos más altos no tiene porque están más pendientes  de realizar las tareas más oportunas para su propio provecho.
Un saludo y pásenlo bien.
PD: Perdonen que ayer no apareciese por este blog. Hay días que el lumbago no permite que se abran las ganas a uno de nada, aunque reconozco que las disculpas no valen… ¡Mea culpa!

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