jueves, 4 de abril de 2013

IMPUTADA: ¡SORPRESA, SORPRESA!

No me voy a explayar con la noticia de que a la Infanta Cristina la hayan imputado en el caso Nöos. Pero sí me gustaría aventurar que la sorpresa que se llevó la Casa Real al saberlo no fue tal sorpresa. Me parece increíble que no lo hubiesen siquiera pensado, que no se hubiesen temido que tal hecho podría convertirse en realidad. Más aún, cuando aún reverbera en nuestros oídos aquellas magníficas palabras del Rey durante la Nochebuena en las que nos explicaba que todos los españoles somos iguales ante la ley.
Ya sabíamos todos los españoles que aquello sonaba a chiste malo, de esos de los que te ríes cuando te lo meten entre cinco o seis muy buenos y como ya estás carcajeándote a todo trapo, aunque uno sea malo o carezca del más mínimo sentido del humor, también te ríes, aunque no caigas ni te enteres de donde estaba la gracia porque al final te das cuenta de que no la tenía.
Y el Rey, por lo visto, cuenta los chistes tan mal que nadie le rió la gracia navideña. Y si alguien se lo rió, seguro que ya habría bebido alguna copita antes de cenar. Y es que si hubiese contado uno de elefantes, a lo mejor le hubiera salido mejor; o aquel en que iba una chica rubia y…
No obstante, como tal vez ya lo suponía, entonces ahora nos intenta contar otro más malo que el anterior: se sorprende de la imputación. Y con las risas, automáticamente, como a una marioneta, quien sabe si fue sin querer, al fiscal le mueven los hilos, o eso parece, y lo ponen a escribir un recurso de apelación ante el juez para echar atrás tal demanda, y consecuentemente la Zarzuela declara que se halla absolutamente de acuerdo y conforme. ¡Ja, ja, ja! Algo habrá que reírse, aunque solo sea para que no se apenen mucho ni les caiga la moral a los suelos, que, si no, no cuentan más..
Les da igual que todas las personas, como quien dice toda España, que a lo largo de estos meses han seguido con más o menos atención este caso se hayan dado cuenta de que es imposible que la esposa de Urdangarín, llámese Infanta o llámese Pepa, desconociese los negocios en que andaba metido su marido. ¡Vamos, que el palacete de Pedralbes y su ritmo de vida se pagó porque les tocó la lotería! ¡Anda, niños listos, si no nos enseñasteis el décimo!
La ley es igual para todos, sí, pero ¿cuánto os apostáis a que hay leyes para unos y leyes para otros? ¿Cuántos códigos penales diferentes hay hoy en día en vigor en España? ¿Se aplica uno a unos y otro a otros?
Yo no lo sé, pero el Rey seguro que sí; por eso en aquellas fechas festivas apeló a ese chiste que solo entendió él y cuatro amigos de su entorno.
Al final vamos a terminar todos riéndonos…por no llorar.
Un saludo. Disfruten del día.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario