miércoles, 17 de abril de 2013

AUDIENCIA NACIONAL: INTERPRETACIONES.

Lo de ese dirigente de Nuevas Generaciones que pone en duda, además de llamarla a ella infame y tipeja, que el hijo de Pilar Manjón hubiese ido en uno de los vagones de aquel funesto y terrorífico atentado del 11-M a mí me hace dudar también de si lo que tiene en la cabeza es un cerebro o es, como popularmente se dice, simplemente serrín.
Si es lo último, pues nada, a lo suyo. ¿Hay centros especializados en nuestro país para tratar estos casos? Si no los hay, no sé qué espera nuestro gobierno, el de tachín tachán el paro se va a acabar, para ponerse manos a la obra, porque hay muchos en puestos de responsabilidad con la cabeza llena de estas partículas madereras. No vendría mal la creación de unos cuantos puestos de trabajo, que además serían de por vida a la vista de la ingente cantidad de pacientes que estarían esperando. ¡Hasta lista de espera sospecho que tendríamos para ingresar en él, y de varios meses, si no años!
Y si el problema de ese dirigente juvenil popular es el cerebro, pues entonces… ¿qué? Y me lo pregunto porque a dónde vamos a ir a reclamar, ¿a Rajoy?, ¿a Cospedal?, por amparar en el seno de su partido a personas así. Aviados vamos, señores. El Partido Popular siempre se ha caracterizado por poner en duda todo cuanto se mueve y a ellos no les gusta. Todo queda en manos de los jueces hasta que fallan y la sentencia no es la que ellos esperaban; entonces algunos de los suyos se dedica a sembrar la discordia para que nadie confíe en el poder judicial. Así que, si fuésemos a esos súper dirigentes a pedirles cuentas por los dirigentillos que tienen por abajo, pondrían ellos en duda hasta nuestra propia capacidad de raciocinio y tengo miedo incluso que llegasen a ingresarnos con los del serrín. No se les puede decir nada. Ni la Audiencia Nacional se atreve y califica las declaraciones como un  menosprecio a las víctimas del terrorismo, además de poder ser entendidas como ofensivas o insultantes. Y con esto, se acabó y que se trate el asunto en un juzgado ordinario. ¿Para qué, si ya le dicen al juez lo que ha de decir para que no se equivoque? ¿No les hubiera sido igual que además dictaran sentencia a partir de sus interpretaciones en vez de hacer perder el tiempo al juez y el dinero a quien ha de recurrir a otro nuevo juicio?
Pero quieren quedar bien, aunque lo hacen muy mal.
Un saludo de un profano en la materia. Sonrían, por favor, que al menos los que los ven pueden pensar que son felices y ustedes imaginárselo.

1 comentario:

  1. Cuando yo era guaje el serrin se usaba pa secar el suelo en las sidrerias; asi que estos tan "listos" podemos mandarlos a fregar los chigres.
    Hermano mayor

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