Decía
el portavoz del PP en el Congreso que las situaciones difíciles hay que
explicarlas y dar la cara para estar con la gente. Tal vez esté riñendo con la
boca pequeña a alguno de su partido, qué sé yo. También es posible que este
hombre hubiese estado metido en una jaula la mayor parte del tiempo y no sabe
lo que pasa. Debería haber manifestado también cuantas comparecencias en un
plazo de veinticuatro o cuarenta y ocho horas han hecho nuestros gobernantes
cada vez que ciertos datos nos dieron un “susto…”, tendría que haber completado
con “ …de muerte”, si no fuese porque tristemente hemos computado varias en
nuestro país como consecuencia de resoluciones que se podrían haber tomado con
anterioridad para evitarla, así que lo dejo en susto, pero enorme, eh, de los que dan más que miedo. Sigo, no sé cuántas habría contado, seguro que le
sobran dedos de una mano; lo que pasa es que ese dar la cara tendrían que haberlo
hecho muchas más veces en lo que va de legislatura. Se habla muy bien y se
sueltan cosas así a menudo, pero sería más conveniente manifestar este tipo de
observaciones cuando se ajusten a la realidad y no se quede solo en deseos
expresados en voz alta.
Viene
esto a la comparecencia, por ejemplo, del Presidente de Gobierno o de la
Ministra de Trabajo, en ese plazo que dice el portavoz, sobre la cifras de paro
en nuestro país. Aún no han aparecido. Bueno, yo no los vi.
Los
únicos, hoy, han sido otros tres ministros que nos han contado algo muy confuso
sobre las medidas que tomó el consejo de gobierno este viernes. Entre ellas,
algo que sí entendí, resulta que nos cuentan que el paro va a seguir así o
parecido como mínimo hasta el 2016, fecha que ellos se han atrevido a dar,
porque a partir de ahí, a saber, es decir, ¡Dios dirá!-que diría monseñor Rouco,
si no estuviese tan concentrado dando órdenes al Gobierno sobre otras cosas que
afectan tanto a nuestro pan de cada día, no al del Padrenuestro, como el
matrimonio homosexual o el aborto.
Y
también leí lo del Ministro de Industria, Sr. Soria, que se despachó para
buscar soluciones al desempleo con una frase lapidaria:”… que esta
"sangría" terminará cuando la economía empiece a crecer” ¡Genial, eh!
¡Es un lince, qué vista tiene! Le faltó explicar ese pequeño detalle de
“crecer”, pero tampoco nos lo iba a contar todo, ¿verdad?
No es
por nada, pero creo que habrán de dar marcha atrás en cuanto a lo de echar toda
la culpa a los anteriores gobernantes, que la tuvieron, claro que sí, pero los
de ahora habrán de dar la cara para compartirla, ¿no le parece, Sr. Alfonso
Alonso?
Podría proponer al gobierno de su partido que haga alguna campaña en todos
los medios con la que animar a los ciudadanos, después de las declaraciones al
programa “8 al día” de su Delegada en Cataluña- ¿de dónde las saca el PP?-,
sobre como incrementar el consumo en nuestro país: << Es importante que haya
gente pija y rica, como dice usted, porque luego son los que gastan y consumen.
>>
¿A qué
sí, eh? ¿Quién sabe, a lo mejor vuelve Fátima Báñez al Rocío y le pide a la
Virgen que convierta a los parados en gente rica- no sé si lo de pija también lo pedirá porque
ya hay muchos- por ver si, aunque solo sea con un solo adjetivo, sirva para
nuestro renacimiento económico? Cosas de este estilo ya se lo hemos oído, así
que algo así no iba a ser muy distinto. Si el milagro se cumple, hombre, lo
menos que debería de hacer es iniciar un movimiento para que Ella gobierne
España. Con la ayuda de la Conferencia Episcopal ya podría contar desde ya; es
más, estoy por asegurar que lo apoyaría aunque no haga el milagro.
Un saludo y hasta mañana.
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