Oye, que fue Rajoy a ver al Papa y los obispos, es decir,
Rouco aparece en escena y empieza a exigir. No sé si eso será un escrache, pero
¿verdad que se le parece? Entre un montón de cosas para marear la perdiz, en
sus declaraciones acaba yendo al fondo de la cuestión: reforma de la ley del
aborto y acabar con el matrimonio homosexual.
Mientras, nuestro presi le regala al sucesor de San Pedro
la camiseta de la selección, ¡vaya regalo! ¿Qué sería, para ponerle los dientes
largos? Y una copia de un libro que qué sé yo lo que narices cuenta, pero que
está a buen recaudo en la Biblioteca Nacional. ¿A santo de qué este hombre
tiene derecho de pernada sobre libros así para usarlos como le da la gana
simplemente porque hay que hacerle un regalo institucional al Papa? Y gracias
que no le regaló el original.
¿Rajoy, qué fue, en
representación de España? Entonces tendría que haberle llevado como regalo una
lista de los parados y otra de los desahucios a ver si el Papa Francisco era capaz
de hacer algo. Porque lo que es Rajoy y
su gobierno, ¡vamos ya! Y además otra lista con todos los casos de corrupción y
otra más con los bancos existentes en España empeñados en llevarnos a la ruina. También hubiera sido más adecuado haberle llevado una colección de marionetas y regalárselas ya bautizadas: rajoy, Sanatamaría, De Guindos, Montoro, Margallo, Morenés, Báñez, Cospedal, y así hasta completar todo el elenco
Pues bien, no sé si antes o casi a la misma hora, automáticamente aquí en España se descubre Alfonso
Alonso como lo que es, un genio. Cuando abre la boca dice cada cosa que… La ley
que están preparando en el gobierno no le va a gustar nada a la Iglesia
española, nos dice él. ¡Claro que no! Lo que la Iglesia desea con verdadero
fervor es su eliminación absoluta, así que si la mantenéis ya van a estar en
desacuerdo. Pero… ¿el resto de españolas qué dirán? A Alonso y sus amigos les da igual. Dice que
ellos gobiernan y la opinión de la Iglesia solamente se escucha, pero obedecen a su
señor, y ese señor lleva alzacuellos. Y si no, ahí tenéis a Gallardón. Basta
que Rouco diga algo e inmediatamente se echa a declarar con una súbita prisa y
deferencia que ya tiene casi pergeñada la nueva ley.¡Vamos, que la tiene lista para cuando ordenen!
no obstante, que la defensa de la Infanta haya declarado que la
imputación a esta señora está más próxima al sistema inquisitorial, eso no le
molesta. Eso no un escrache encaminado a torcer las decisiones del sistema de
justicia español, ¿verdad?
Defiende Gallardón esa ley diciendo que esto iba en su programa. ¡Que quede claro! ¡Pero, bueno, hombre, si no han cumplido ni uno de los puntos que habían prometido! Y para uno que quieren cumplir, va contra la mayoría de las personas a las que afecta. ¿Usted está bien de la cabeza, hombre? Váyase y déjese de bromas, que ya lleva unas cuantas decisiones en esta legislatura y ninguna tuvo gracia.
Lo que está claro estos días es que se están lanzando por
todos los lados casos más o menos llamativos con el fin de querer olvidad o
solapar con ellos los que más les afectan: hace días que nadie se acuerda, o
casi, de Bárcenas, de Gürtel, de Método 3, de Feijóo,… ya son noticias pequeñitas, de esas que no se leen.
Ahora toca la ley del Obispado, el caso Pantoja, la
abdicación o no del Rey, Maduro en Venezuela, la inmunidad del Príncipe, los
escraches de la PAH, no los otros, y así sucesivamente.
Lo peor es que lo logran: lean ustedes a partir de ahora,
durante unos días, la prensa, vean la tele u oigan la radio.
Si me equivoco, les pido humildemente
perdón. Mientras, disfruten del día y pásenlo bien.
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