Varios miembros de JP Morgan, una de las grandes
instituciones bancarias a nivel mundial, anduvieron por España estos días de
atrás con ganas de ver los avances y efectos que los ajustes que han tenido
lugar en España los últimos meses, muchos, eh. Y mira por donde se van tan
felices viendo que la sociedad y las empresas, las que quedan, han hecho los
deberes y el asunto marcha más o menos bien. Pero…, otros que también ponen un
pero a las cosas (ya no soy yo solo), por otro lado no tan contentos porque consideran
que los políticos son un verdadero desastre y no hace distingos entre los del
gobierno y los que no lo están.
¿Por qué será que llevan en mente lo que millones de
españoles sospechamos, desde hace varios años?
Veamos alguno de los últimos ejemplos de alguno de nuestros
dicharacheros más importantes y que servirían para llegar a esas conclusiones.
Un alto cargo del PP, Javier Arenas, considera que las
minorías son antidemocráticas. ¡Ole, tu “arma”, mi niño! Yo, ante semejante
afirmación, no me atrevo ni a comentarlo. ¿Para qué?
El mismo cree que hay que derogar el matrimonio gay porque
va en el programa del PP, de lo cual se desprende que es un partido al que le
da absolutamente igual lo que diga el Tribunal Constitucional que le dio el
visto bueno no hace tanto tiempo; ¿significará eso que lo que digan las altas
instituciones del estado se lo saltarán a la torera cuando les dé la real gana?
Pues a lo mejor sí.
Arenas también es uno de los miembros del partido que se significó en la lucha contra los escraches
de la PAH, pero por ejemplo no dice nada sobre los que sufren clínicas
abortistas perfectamente legalizadas y que tienen que sufrirlos cada poco
tiempo desde hace décadas, o cuando a la Conferencia Episcopal le da por montar
una manifestación o una conferencia de prensa para coaccionar a determinados
políticos sobre diversos temas que a los obispos y cardenales no les gustan.
Y es este mismo dirigente quien resalta que la juventud
suele ser inconformista. pero estos son los que están junto al PP, dijo él. Los
demás jóvenes, supuestamente, no son inconformistas. Seguro que son los que andan
moviéndose exteriormente, los indignados cuasi terroristas, los que van de un
lado a otro sin encontrar un santo trabajo y protestan al no hallarlo, los que
se manifiestan bajo pancartas que llaman
chorizos a quienes más saben de embutidos de este país, etc. y que se
conforman con lo que les está pasando, son de lo más conformista. ¡Pues, hala,
mira tú qué bien!
Y vean que estas cositas son las que declara alguien que
no ocupa ningún cargo gubernamental. Existen otras muchas graciosadas d otros
altos cargos semejantes. Y los ministros y demás las sueltan más gordas, ya lo
vieron días de atrás y lo verán más
adelante.
Mientras, en la oposición, el Sr. Rubalcaba, que se agarra
al sillón como una lapa a la roca, ataca al PP diciendo que no sabe en qué país
vive. Y lo dice él que gobernó hasta hace cuatro días junto a ese encantador
leonés al que apodaban Bambi en la intimidad.
Y la misma persona acusa al gobierno de no tener
sensibilidad social. ¿Pero cómo es posible que esta persona diga cosas así si
él y sus correligionarios formaron parte de la desastrosa vorágine social en
que está sumido nuestro país? Y es que si algo hay en que el PP tiene razón es
que muchas de los temas que ahora preocupan a la sociedad española no surgieron
de la nada hace unos meses, esto se estuvo pergeñando durante años y el PSOE,
con su talante, no tomó cartas en el asunto; es más, si alguna triquiñuela se
descubría, se tapaba. Pregúntenle por Bankia y por el Sr. Ordóñez al frente del
Banco de España, por decir algo, por las millonadas entregadas a los bancos,
por los cambios de la Constitución sin consultarlo al pueblo, etc. El PSOE no
cogió el toro por los cuernos y el PP ahora lo torea por donde quiere.
Mientras, el ciudadano, ¡chitón!
Así que, cuando los JP Morgan leyeron u oyeron los
disparates realizados por nuestros políticos, ¡cómo no iban a saber de quién
era la culpa de que España no salga adelante! ¡Faltaría más! No hay que ser muy
listo para ello. Fíjense que en España, donde
muchos millones somos los que poco o nada sabemos de economía, también lo
sabíamos. Y no nos damos importancia ninguna, aunque no pertenezcamos a JP
Morgan.
Buen comienzo de semana. Un saludo.
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