Al PP le crecen los enanos en ese circo que tiene montado
en Génova y en la Moncloa. Lleva una temporada que tal parece que le hayan
echado mal de ojo. Si algo puede salir mal, le sale aún peor. No sé qué diría
Murphy de estas situaciones, pero al pobre Mariano le lleven las hostias por
todos lados e incluso, aunque salga de paraguas, es imposible averiguar por
donde le van a llegar para evitarlo. Si ya sus compañeros de gobierno se
encargan con sus ocurrencias de indignar a la gente, aunque a esta no le quede
más derecho que el de pataleo, ahora además se le mueven solos los hilos de las
marionetas que se amparan bajo sus alas.
No era suficiente con Montoro y su Hacienda de playmobil,
con la histriónica y penosa intervención cocodriliana de Sanz de Santamaría,
con las decisiones sanitarias de Ana Mato o de Cospedal, con Aguirre en plan
azote de Dios al perder la cabeza de la Comunidad buscando tal vez la de su
partido, con su sucesor Ignacio Glez y su apartamentito en Marbella, con Fátima
desaparecida desde hace días pensando tal vez en el próximo milagro
empresarial, con la adjudicación por primera vez de un contrato público a
la empresa farmacéutica en la que
trabaja la esposa de Margallo, y “así
asá como si ná”. Ahora, además, aparece el Sr. Bárcenas con su cuenta de millones por Suiza, parte de los cuales ya han sido desviados a EEUU y otros cuantos han sido regularizados gracias a la amnistía fiscal emprendida por usted el año pasado y que tan malos resultados arrojó. Pese a ello, al Sr. Bárcenas sí le valió para algo.
Como nadie se explica de donde salió un montante tal, la imaginación de la gente, que sigue pensando mal para acertar, considera que se blanqueó una cantidad ingente de euros con la anuencia de nuestro actual sistema fiscal del cual el Sr. Montoro es el responsable. Mira tú por donde, a lo mejor ya no sale en la lista de defraudadores que nos prometió el gobierno. Lo que resta aún por conocer es si ese dinero era suyo o pertenecía al partido por una financiación irregular, como hacen todos ellos.
Y para rematar, lo más grave es que este tipo habla de sobres con cinco, diez y quince mil euros que entregaba, digo yo que de propina para tomarse un cafetito, a determinados altos cargos del PP cuando ejercía de tesorero de su partido. Implicado en la Gürtel, en su momento todos salieron en su defensa y ponían la mano en el fuego por su honradez. Hoy las declaraciones ya son del tipo que cada palo aguante su vela, que se investigue caiga quien caiga, y pamplinas así. ¿Por qué no investigaron a nivel interno ellos cuando fue implicado en esa trama valenciana-madrileña? En vez de eso, el senador dimitió de sus cargos y si te vi no me acuerdo, pese a que mantuvo despacho en Génova hasta hace cuatro días… ¿para qué?
No obstante, el ex secretario de AP, Jorge Verstrynge,
declara que el famoso sobresueldo comenzó en 1988, cuando él ya lo había
dejado, y todos cuantos estaban en la cúpula lo sabían o lo cobraban. ¿Qué me fío
de él? Como de Rosa Díez. Ambos salieron escaldados de unos partidos y ahora
son sus mayores fustigadores. Del amor al odio solo hay un paso y muy cortito.
Lo que parece claro es que el Sr. Bárcenas es quien lleva
las de perder con esas declaraciones. Es su palabra contra la de muchos. Y va a
tener en contra tanto a los que cobraron, si lo hicieron, como a los que no,
por no haberlo hecho.
Pasen un buen día y no olviden el
paraguas. Un saludo.
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