viernes, 25 de enero de 2013

POLÍTICOS


Escribe Antonio Gala que “Los políticos honrados se quitan de en medio cuando cae sobre ellos la sospecha”. Si no fuera que vivimos en España, casi estaría dispuesto a creerlo. Lo que pasa es que llevamos lustros gobernados por una clase política que ha olvidado la palabra honradez o la ha guardado en un arca bajo veinte llaves y las han tirado al océano.
Delibes nos dejó una perla maravillosa para entenderlo: "Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad". Y así nos luce el pelo. Porque la mayoría, por acción u omisión, está echando este país a pique. Se han colocado en primera fila desde hace años y no dejan pasar a nadie que les pueda hacer sombra, a excepción de aquellos que se pliegan a sus opiniones. El resto, poco a poco y paulatinamente, acaban desapareciendo de la escena política. Se vuelven a sus trabajos mejor o peor remunerados, pero sabedores de que al menos en ellos son libres para pensar como quieran, sin cortapisas de ningún tipo. Se dan cuenta a tiempo que si quieren desarrollar su inteligencia y su capacidad de pensamiento libre, deben salirse de ese mundo falso en el que desde la hipocresía más cruel se es capaz de defender una cosa estando en el poder, mientras que se vocifera en contra de ella si se hallan en la oposición. ¡Cómo los vamos a creer si no saben ni ellos mismos lo que quieren o, más bien, lo que defienden!
Nuestros representantes patrios son unos amantes de un tipo de humor demasiado cáustico para mi gusto porque, si no, no se entienden las trifulcas que forman por el mero hecho de discutir sin decir nada y que acaban inclinando a los ciudadanos más a la risa desternillante que al cabreo porque vale más tomarse la vida con humor. Se espera a las próximas elecciones para nombrar a los mismos u a otros para que se rían otros cuatro años, mientras que nos dan a todos por…. No cambiaremos mientras no seamos conscientes de que, como dijo Jruschov, “Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río”. Y los españoles nos lo creemos durante el primer mes, para el segundo ya nos dimos cuenta de que el resultado es el mismo con unos que con otros. A fin de cuentas, "El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra"- escribía Marx- Y esa clase no entiende de partidos, sino de prebendas que no extienden al resto, sino que obtienen de nosotros en su bien mediante posturas y explicaciones demagógicas que adornan por fuera con las más melosas palabras capaz de engañar al más pintado. Cuando nos damos cuenta, ya nos la dieron con queso y acabamos pensando en ese refrán que dice que el hombre es el único animal que tropieza mil o más veces en la misma piedra. Porque a los cuatro años más o menos volvemos como corderos a recorrer el mismo camino.

Un saludo. Pasen un buen día.

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