Ando
estos últimos días enganchado al campeonato del mundo de balonmano.
Precisamente hoy se juega la final y nuestra selección, España, va a jugarla
contra una de sus bestias negras, Dinamarca. No creo que me pierda el partido,
pienso verlo, como los demás, junto con tres o cuatro amigos, disfrutando,
sufriendo, cabreándonos con los árbitros por decisiones contra España,
enfadándonos con alguno de nuestros jugadores cuando fallan un gol que
nosotros, profanos, pensamos que estaba “chupado”, saltando con las paradas de
nuestros porteros o con los robos de balón a nuestro favor y los contraataques
fulgurantes si acaban en gol, viendo faltas en ataque del rival a todas horas,…
Ya sé que es más pasión que realidad, pero me imagino que los daneses harán lo
mismo que nosotros, aunque al revés. Espero que la plata asegurada se convierta
en oro para aumentar aún más ese largo
historial que esta selección tiene ya: una medalla de oro y otra de bronce en
campeonatos del mundo, tres de plata y una de bronce en Campeonatos de Europa y
tres medallas de bronce en Juegos Olímpicos. A esto hay que añadir la de hoy,
sea como sea. ¿No está mal , verdad? Seguramente en el mundo las habrá mejores,
pero el palmarés de España no está mal, ¿verdad?
Hay
otra selección que tal vez sea la mejor de toda España, y quizá del mundo, desde que se
compite en cualquier disciplina deportiva: la de hockey sobre patines.
Resumamos, y solo estas conquistas que son de oro, sin contar platas o bronces:
quince campeonatos del mundo, dieciséis campeonatos de Europa y diecisiete
copas de las Naciones. ¿Quién da más?
¿Os
estaréis preguntando a qué viene esto? Pues veréis, resulta que ayer estuve
moviéndome por la red y, sin querer, encontré los Premios Príncipe de Asturias.
Enseguida fui a los concedidos en el área de los deportes y no pude más que
asombrarme con alguno de ellos. Se lo dan a Fernando Alonso antes de haber
ganado ni siquiera un campeonato del mundo y tardan dos años en dárselo a
Schumacher que era sin duda el número uno del automovilismo; se lo dan a
Arantxa Sánchez antes que a Steffi Graf; lo ha recogido Nadal, pero no otros
monstruos de tenis como Federer; se lo dan a la selección española de fútbol y
al año siguiente a Casillas y a Xavi por su comportamiento deportivo como
ejemplo para la juventud, no lo niego, pero que, a la vista de tantos grandes
atletas y deportistas, no considero que debían de haber repetido, más cuando
conocíamos los resultados obtenidos por nuestras seleccionados paralímpicos candidatos
también al premio.
Leyendo
la relación de estos premios, uno se encuentra con que, pese a reconocer la
concesión de la mayoría con cierta objetividad, los hay que solo se explican
desde el españolismo más rancio.
Y además
me pregunto cómo es posible, viendo los galardones, que selecciones como la de hockey
o la de balonmano no hubiesen sido aún distinguidas con él. Espero que lo
piensen un poquito, que presenten sus candidaturas y que el jurado juzgue con
objetividad los logros de estos dos deportes. ¿Alguien duda de sus merecimientos
para conseguirlo?
Los premios Principe de los deportes son una comedia, este año que se lo den al Oviedo por su aficion y a Carlos Slim jajajaj
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