BOLSILLOS DE CRISTAL

Me hacen gracia las declaraciones de algunos políticos cuando hablan de la transparencia de los bolsillos de todos los de su casta. De cristal, dice Javier Fernández, el mandamás asturiano, cuando vuelven a aletear por encima suyo y de su partido, del cual era y es Secretario General, las declaraciones de la Sra. Renedo sobre los enchufes a dedo que ella conocía y los sueldos de funcionarios, o algo así, pagados por empresas externas de acuerdo a las “órdenes” recibidas de sus superiores. No es que sea de una credibilidad contrastada la Sra. Renedo pero, para haber montado lo que se montó, a mí me extraña que ella sola hubiese podido hacerlo, y menos sin el conocimiento de algunos de sus jefes.

Pero ya sabemos que en España los políticos con mando, nombrados a dedo por un presidente, nunca se enteran de nada. Da igual que el Presi sea de España, de una Comunidad, de un partido o de donde sea.
Lo mismo que los del PP con Bárcenas, nadie sabia nada tampoco.
Así que las declaraciones de honradez política en cuanto a sus temas económicos no me la creo mucho, vaya que tengo muchas y variadas dudas.
Pueden tal vez convencernos con la palabra de muchísimas cosas, hasta de la honradez política, pero de lo que de verdad se fía el ciudadano de la calle es del ejemplo. Solo dándolo serán ustedes creíbles. Mientras sigan cobrando por todo, incluso sin tener que dar cuentas a Hacienda de determinadas cantidades, mientras la sombra de las donaciones anónimas a los partidos no se difumine para saber nombres y apellidos, mientras en las cuentas de paraísos fiscales siga habiendo nombres de defraudadores españoles que no son conocidos por la ciudadanía pero sí por la clase política, mientras tantas y tantas obras encaminadas a los negocios más oscuros o solapados tras la cortina de presupuestos que  se inflan o  se aumentan con cargo a la Administración según va pasando el tiempo antes de finalizarlas, mientras ustedes no acepten la responsabilidad y dimitan ante determinados actos, mientras esto siga sucediendo, los bolsillos de cristal serán de turmalina negra, bien oscura, incapaz de dejar ver el interior.
A lo mejor es que usted se ha referido a esta clase de bolsillos, a los de cristal totalmente opaco. ¡Y nosotros que nos habíamos hecho ilusiones! ¡Pobrecitos! Nos creemos todo cuanto nos echan, oye, y luego, claro, vienen los desengaños y el rechinar de dientes.¡Qué ilusos somos!¡Y qué hostias nos llevamos!

No se engañen, que para ser político hay que saber decir siempre lo contrario de lo que se piensa. Pasen un buen día.

PD: España ganó el mundial de balonmano: ya lleva dos, uno más que las selecciones de baloncesto o de fútbol a las que sí se les concedió ese famoso premio. ¡Enhorabuena!