No obstante, el principal problema, por el cual La Consejera se vio en la situación de tener que entrevistarse con el Sr. Wert para que incluya una disposición adicional en la LOMCE que posibilite el estudio del asturiano, es que la lengua de nuestra patria chica y querida, no es cooficial; si lo fuese, no tendríamos que andar por ahí mendigando ni recordando a los respectivos políticos del gobierno de cualquier partido en Madrid que en Asturies el Asturiano existe. Tal vez deberían haberlo explicado nuestros representantes en el Congreso y el Senado, pero ni lo han hecho ni lo hacen con convicción. Son así, ellos van allí para otras cosas, para defender los intereses de España, como cuentan algunos muy ufanos, para levantar la mano en las votaciones aunque no sepan muy bien de qué va el asunto, para cobrar dietas y desplazamientos o para sacar algo de dinero y comprar un apartamento en la capital.
¿Y los intereses de Asturias? Para estos no tienen tiempo.
Casi cuarenta
años de de pseudodemocracia y partidocracia y nuestros políticos asturianos aún
no han sido capaces de dar el paso para regularizar este asunto.
Mucho me temo que
cuando defienden este tema lo hacen con la boca pequeña y de puertas afuera y
solo porque una parte de la sociedad
asturiana no les permitiría dejarla de lado sin más. Desde hace esos casi
cuarenta años el objetivo tanto del PP como del PSOE fue, es y será ir
relegándola hasta que se quede solo como un motivo de estudio para cuatro locos
que puedan hacer una tesis, unos restos anquilosados que año tras año habrán
ido sucumbiendo al pasotismo de ambos partidos, más interesados en otros temas
que en este de la cultura propia de su país.
A unos porque el castellano, que ellos llaman español sin más, sin
respeto hacia el resto de lenguas del estado, como si estas no fuesen también
españolas, es la lengua del imperio, del centralismo a ultranza que hay que
defender por encima de todo incluso despreciando o eliminando a las demás; y
los otros, porque dicen que son un partido universalista, pero federalista,
dicen ahora, y no se atreven o no desean que existan lenguas
que ellos no es que no dominen, sino que siguen aún considerando que son de paletos como si quisieresen olvidar sus orígenes incluidos los de sus padres y
abuelos. Para ambos el summum es el inglés. Y estos dos grupos tienen claro que
si quieren medrar en esto de la Política con mayúsculas, si quieren acabar en
Madrid o si desean llevarse las palmaditas en la espalda de sus superiores, deben
achantar y hacer como que no pasa nada, como que Asturies es un municipio más o
menos grande de Cuenca o de Madrid y la única lengua es el “español”. Bien
saben que no, pero ninguno se atreve a dar el paso. En cuanto a Foro y a UPyD, para qué contar. Foro
estuvo un año en el gobierno y nada de nada. Y UPyD a la orden de Rosa Díez,
esa señora que, si las cosas se tuercen, creará otro partido, da igual de
derechas que de izquierdas que de centro, le vale todo para vivir de la política,
con el fin de seguir en la palestra. Tanto cambio de postura ideológica hacen a
uno desconfiar. Pese a ello, bien podrían dedicar unos minutos y un poco de
sentido común a pensar en el tema. Y me falta IU, el sempiterno partido
defensor de la cooficialidad del Asturiano pero que, en cuanto se alía con el
PSOE, se olvida de ello para sentarse en los sillones de alguna consejería y no
volver a sacar el tema hasta las siguientes elecciones.
No sé por qué
todos ellos tienen tanto miedo. ¿Acaso creen que normalizar una comunidad en
este asunto les puede perjudicar? ¡Si nadie pide que se hable exclusivamente en
asturiano! No estamos en Cataluña, por poner un ejemplo, donde la situación es
diferente y han hecho de ella un rasgo de identidad excluyente vistiéndola con
la senyera, en vez de darle simple y llanamente el valor que tiene cualquier
lengua: la comunicación.
Aquí en Asturies
lo único que se pide desde amplios sectores de la ciudadanía de todos los
signos políticos es que permitan, con la cooficialidad, que cada cual se
exprese en la lengua que quiera sin que por ello tenga que pagar un peaje
verdaderamente duro como es que, por falta de respeto hacia nuestra historia
común, alguien se vea postergado en sus acciones o incluso condenado a perder
una parte de sus derechos personales.¿Es tan difícil?
Pasen
un buen día. Un saludo.
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