Desde la CEOE se confía plenamente en
el gobierno rajoyano para que siga avanzando en la flexibilización del trabajo
y en la moderación salarial mediante nuevas medidas aplicables a la reforma
laboral, y en que elimine de una vez la actuación de los jueces que pueden
parar un ERE de acuerdo con los datos presentados para ello antes de cometer
una injusticia. Lo que quieren de verdad estos megaempresarios es que los EREs
los decidan ellos mismos cuando les venga en gana y como les salga de las
narices. ¡A ver qué coño pintan los jueces en esto!- pensarán con su razón, que
es la obtener beneficios por encima de quien sea.
Y Rajoy y Fátima (no la Virgen) y
Sanz de Santamaría (tampoco es la Virgen) y Montoro (no confundir con el cava) y
De Guindos (no el del anís de guindas) y Werth (no es el estribillo de Julio
Iglesias) y Gallardón (que perdió aquella gallardía de va un año para acá) y
Morenés ( el chico que juega con fuego) y los que quedan, que andan por ahí, ya
estarán encerrados en una habitación sudando a mares para estudiar la mejor
manera de echarles un mano a los pobrecitos y buscar una explicación para los
españoles que nos satisfaga y nos haga quedar como rosas abriéndose
despampanantes al rocío de la mañana; es decir, despidiendo una fragancia tan
embriagadora que a esos del CEOE no les quede más remedio que mandar que nos
corten con cuidado y nos pongan en un jarrón encima de su mesa de trabajo.
Y los trabajadores estaremos
encantados de ser simples floreros. ¿Hasta cuándo?
Pasen un buen día.
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