MADRID 2020

Se presentó el proyecto olímpico de Madrid para el año 2020. Allí estaban el presidente de la Sanidad externalizada y la Educación privada de la Comunidad, la alcaldesa viajera en momentos tensos de la ciudad, el ministro de “deseducación”e incultura, las palabras del rey monologuista, etc.
Nos informan, según los cuentos de la lechera, que habrá que gastarse más de cuatro mil millones de euros, pero que todo está atado y bien atado; si no dicho así, como hace cuarenta años, casi, casi igual, aunque el plumero se les ve lo mismo, con otras palabrejas semejantes.
Enseguida nos aclaran que casi el 75% está cubierto por el COI, patrocinadores, entradas, etc. Pero cuidado, cualquier déficit recaería en las administraciones, Así que si no hay suficiente dinero de los patrocinadores, o no se venden suficientes entradas, o… ¿Qué no se llega a esa cantidad? Pues la Administración paga y asunto arreglado. O sea, nosotros.
Al otro 25% hay que enfrentarse económicamente y eso está perfectamente regulado y controlado. ¡Ja!

Va a suponer la celebración de estos juegos, si los conceden, la creación de más de trescientos mil puestos de trabajo que, con la reforma de la reforma de la reforma laboral que viene, sacarán de la inopia a muchísima gente, por medio de sueldos miserables y condiciones de trabajo esclavistas. Y serán otra nueva fuente de chanchullos y despilfarros en los que aparecerán los nombres de más de un político, ¿qué os apostáis’

Habrá obras que se licitarán en veinte y cuando lleguen las últimos semanas, se habrán duplicado o triplicado para no olvidarnos que en España ni una sola obra pública se ha ajustado jamás al presupuesto inicial. Y no pasa nada. Se incrementa la partida dedicada a estas obras faraónicas y ya lo pagarán los ciudadanos, pero no los de Madrid, no, los de toda España. A mí, como asturiano, me la trae floja la Olimpiada de Madrid. Espero que se vaya a Tokio o a Estambul.

Además, cuando se hicieron las de Barcelona, la gran beneficiada en todo tipo de construcciones, infraestructuras, etc. fue Cataluña, por más que el Sr. Mas diga que allí no se hizo obra pública. ¡En Asturias lo quisiera ver yo! De aquellas olimpiadas, ¿cuánto le tocó a Cantabria o a Asturias, por ejemplo, a pesar de que tuvieron que contribuir como todos los españoles? Y que no me digan que se crearon no sé cuantos puestos de trabajo, porque si hubo algún trabajador de por aquí seguro que le tocó por equivocación.

Y ahora Madrid, envidiosa a tope de Barcelona desde hace veinte años, con Gallardón y Aguirre, que nunca lo han logrado, vuelven a la carga con dos caras nuevas al frente de ambas administraciones, la alcaldía y la comunidad. Que no lo consiguen…., pues dentro de cuatro años otra vez, y así hasta matar a los miembros del COI por aburrimiento. Pero es que Madrid no fue capaz de asumir nunca que Barcelona las hubiese organizado, mientras que la capital del reino no. Envidias pueblerinas, focos de gastos millonarios a cuenta de los ciudadanos de toda España.

Aparecen ya encuestas en las que mucha gente se decanta por su celebración. Yo, no, que conste. A todos cuantos están de acuerdo, que les tomen la filiación, uno por uno en toda España. Y cuando haya déficit, y no lo duden, que va a ser de órdago, que estamos en España, que se lo carguen a los favorables al fausto acontecimiento. Pero a mí, no, ni a los que tampoco están de acuerdo. Que cada palo aguante su vela. Porque luego pasa como con las últimas elecciones: las ganó el PP por mayoría absoluta y resulta que ahora nadie votó a Rajoy.

Los medios de comunicación ya comenzaron a vendernos todo como un cuento del país de Jauja. Todos los beneplácitos posibles para ellos, los partidos políticos mayoritarios también de acuerdo, hasta IU se declara neutral, que no sé que significa, y la única voz discordante la de UPyD, para que se note que anda por ahí y que no todo el monte es orégano.
Así que, con la bendición de nuestros padres de la patria, todos los posibles milloncejos de los que tendría que responder la administración, es decir todos nosotros, volverán a sacárnoslos de nuestros bolsillos para jolgorio y alegría de unos cientos, o tal vez lleguen a miles, empresarios y políticos que se habrán puesto las botas a nuestra costa.

¡Está buena España para organizar nada con la que está cayendo! Se va al carajo la Sanidad, la Educación y todas las Políticas Sociales, las pensiones, los casos de corrupción se eternizan en los juzgados por falta de voluntad y de medios muchas veces, la agricultura y ganadería bajo mínimos, la pesca, qué me contaréis, el paro  no por las nubes, sino más allá de las estrellas, y el resto de asuntos, como el muñeco de Duracel, que siguen y siguen, y nuestros políticos pensando en salir en la foto.

¡No hay manera con ellos! Son unos desalmados, Viven expresamente para encumbrar y alimentar su ego personal. Lo único que ven de la sociedad que les rodea es cuando por la mañana se miran al espejo: se ven a ellos mismos como verdaderos dioses en la tierra. Su única religión es el dinero y el poder y hacia ellos dirigen sus objetivos de futuro.

Bueno, vale por hoy. Pasen un buen día.