Hay un comité de sabios en el Principáu d’ Asturies
(en asturiano, por fastidiar un poco a nuestros políticuchos), una suerte de
paladines, que van a proteger a nuestro Presidente y su gobierno de los
avatares que puedan surgir, todos derivados de la situación económica actual,
funesta para los intereses de todos los asturianos.
Al
Sr. Fernández esto de los asesores es algo que le priva. No en vano, todos los
partidos ya se habían dotado mediante las artes parlamentarias de un número
considerable de ellos, incluso más que diputados, y ahora el Presidente, no
contento con esa situación, se saca de la manga este comité. Eran pocos y parió
la abuela.
Lee
uno los nombres de estas personas y podría deducir que a partir de ahí las
soluciones van a venir solas a través de las mentes preclaras de estos señores
y señoras. Piensa uno que el Espíritu Santo en forma de neurona se va a
instalar en esas mentes apostólicas con el fin de regalar al Sr. Fernández la
panacea universal, las soluciones a todos los problemas que azotan nuestra
Comunidad.
Además,
el Presidente quiso dejar bien claro desde un principio, que ese comité no
cobra. Vamos, que no va a haber nóminas a su nombre. Supongo que tampoco
dietas, desplazamientos o cualquier otra prebenda colateral. ¿¿¿???
También
he leído que se reunirán, parece ser, unas tres veces al año; me imagino que,
una vez terminadas esas juntas plagadas de revelaciones espirituales, las
decisiones vendrán sobre ruedas, en tráileres enormes que recorrerán Asturias de
Norte a Sur y de Este a Oeste descargándolas de acuerdo con las necesidades de
cada municipio. ¡Ya veréis que vuelco va a dar esta tierra en cuestión de dos o tres años, ya veréis! No la va a reconocer ni la madre que la parió.
Al
final del proceso, a las ilustres personalidades que hicieron posible de forma
milagrosa la recuperación económica, laboral, cultural, etc. les concederán la
medalla de oro de Asturias. Y a D. Javier las urnas le darán otros cuatro años
de gobierno para crear otro comité de sabios distinto en función de las
necesidades.
Otro
comité que tampoco cobrará. Ni nóminas, ni dietas, ni desplazamientos, ni nada
de nada. Todo en bien del ciudadano.
Y
mientras tanto, los Consejeros y sus asesores se frotarán las manos de
satisfacción porque nunca se podrían haber imaginado, ni siquiera en sus sueños
más felices, que seguirían sentados en sus poltronas cobrando, estos sí, sin
rascar bola.
A
fin de cuentas, ¿para qué se van a molestar si, total, un mes antes o después, el comité dirá lo que
hay que hacer?Ellos firman los papeles y ¡voilà!
¡Ay,
qué vida más perra llevan estos políticos!
Que pasen ustedes un gran día. Un saludo.
Que pasen ustedes un gran día. Un saludo.
Que verguenza de políticos y de política en este país...
ResponderEliminarTienes mas ironia que el abuelo que saltó....
ResponderEliminarFonso