jueves, 27 de diciembre de 2012

COMITÉ DE SABIOS


Hay un comité de sabios en el Principáu d’ Asturies (en asturiano, por fastidiar un poco a nuestros políticuchos), una suerte de paladines, que van a proteger a nuestro Presidente y su gobierno de los avatares que puedan surgir, todos derivados de la situación económica actual, funesta para los intereses de todos los asturianos.
Al Sr. Fernández esto de los asesores es algo que le priva. No en vano, todos los partidos ya se habían dotado mediante las artes parlamentarias de un número considerable de ellos, incluso más que diputados, y ahora el Presidente, no contento con esa situación, se saca de la manga este comité. Eran pocos y parió la abuela.

Lee uno los nombres de estas personas y podría deducir que a partir de ahí las soluciones van a venir solas a través de las mentes preclaras de estos señores y señoras. Piensa uno que el Espíritu Santo en forma de neurona se va a instalar en esas mentes apostólicas con el fin de regalar al Sr. Fernández la panacea universal, las soluciones a todos los problemas que azotan nuestra Comunidad.

Además, el Presidente quiso dejar bien claro desde un principio, que ese comité no cobra. Vamos, que no va a haber nóminas a su nombre. Supongo que tampoco dietas, desplazamientos o cualquier otra prebenda colateral. ¿¿¿???
También he leído que se reunirán, parece ser, unas tres veces al año; me imagino que, una vez terminadas esas juntas plagadas de revelaciones espirituales, las decisiones vendrán sobre ruedas, en tráileres enormes que recorrerán Asturias de Norte a Sur y de Este a Oeste descargándolas de acuerdo con las necesidades de cada municipio.
¡Ya veréis que vuelco va a dar esta tierra en cuestión de dos o tres años, ya veréis! No la va a reconocer ni la madre que la parió.

Al final del proceso, a las ilustres personalidades que hicieron posible de forma milagrosa la recuperación económica, laboral, cultural, etc. les concederán la medalla de oro de Asturias. Y a D. Javier las urnas le darán otros cuatro años de gobierno para crear otro comité de sabios distinto en función de las necesidades.
Otro comité que tampoco cobrará. Ni nóminas, ni dietas, ni desplazamientos, ni nada de nada. Todo en bien del ciudadano.

Y mientras tanto, los Consejeros y sus asesores se frotarán las manos de satisfacción porque nunca se podrían haber imaginado, ni siquiera en sus sueños más felices, que seguirían sentados en sus poltronas cobrando, estos sí, sin rascar bola.
A fin de cuentas, ¿para qué se van a molestar si, total, un  mes antes o después, el comité dirá lo que hay que hacer?
Ellos firman los papeles y ¡voilà!

¡Ay, qué vida más perra llevan estos políticos!

Que pasen ustedes un gran día. Un saludo.

2 comentarios:

  1. Que verguenza de políticos y de política en este país...

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  2. Tienes mas ironia que el abuelo que saltó....
    Fonso

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