miércoles, 26 de diciembre de 2012

PATRICIA EN EL CONGRESO


Patricia Hernández, una joven diputada del PSOE, le echó un rapapolvo  en el Congreso a la Ministra de ¿Empleo y Seguridad Social?, Fátima Báñez, la cual lo encajó como un buen boxeador, sin dar síntoma ninguno de dolor o sufrimiento ante aquellos golpes lanzados directamente a distintas partes de su cuerpo ministerial: le echó en cara su ausencia a las cumbres de empleo de la UE para tomarse una copita, el plan de empleo juvenil que condenó al exilio a nuestros jóvenes, las tasas universitarias y las becas, el que anuncie como novedoso otro nuevo plan de empleo juvenil semejante al anterior, el que busque las soluciones en los milagros del Rocío, etc.
Le faltaron algunas otras cosas, como la normalidad, la tranquilidad  y responsabilidad con que acogen nuestros pensionistas el extraordinario aumento de sus nóminas o la pérdida de poder adquisitivo, los brotes verdes que ve cada dos por tres y más verdes aún el día que nos dicen que el paro ha seguido creciendo, etc.
Y esta chica, Patricia, remata su intervención el pasado día 19 instándole a la Ministra a que pacte con ellos, con el PSOE, un plan de empleo juvenil porque los “socialistos” tienen la solución o, si no, que la Ministra dimita.
Pues bueno, hasta aquí una intervención cargada de buenas intenciones para con sus electores y de mala uva con que arrinconar a una ministra que, la pobre, ya está más quemada que la mayoría de los bosques españoles. Fue hacer leña del árbol caído o a punto de caer. No le dijo nada nuevo hasta el final, lo de que pacte un nuevo plan con su partido. Y esto último me sonó a broma, porque hasta hace un año el gobierno estaba en manos de sus correligionarios y las soluciones aportadas fueron… ¿cuáles? Porque para pactar algo hay que partir de algo y al PSOE no lo oí ni leí nada referente a ello.

Patricia Hernández llevaba, por lo visto, dos legislaturas en el Senado aunque pasó para la gente de la calle casi desapercibida, y no me extraña que así sucediera, a pesar de su juventud, ya que son mucho más interesantes en esa cámara los grandes saurios que las nuevas especies que vienen por detrás. Esta legislatura se convirtió en diputada y ahora en el Congreso se destapa con un par de intervenciones que buscan el trending tópic en la red, más que un aporte de soluciones. No obstante la juventud tiene estas cosas, quiere que se les note, que se vea que son sangre nueva. Pero, ¡ay!

Cuando usted a Gallardón le espeta la famosa frase  “Ni una mujer es menos mujer por no ser madre, ni un hombre más inteligente por ser ministro”, se olvida de decirnos que no es suya, sino de Carme Chacón, aunque hubiese solicitado permiso para usarla. Y, claro, la juventud y el ansia de protagonismo priman en momentos de éxtasis, usted no la cita en su intervención, sino que se hincha orgullosa cuando los aplausos rugen a su alrededor, aunque no le quede posteriormente otro remedio que admitirlo, pero a toro pasado todo es valentía. O cuando en el mismo control parlamentario el ministro, que es más listo que el hambre y con más tablas que un burgo medieval, le responde con otra pregunta a la que usted contesta que quien hace las preguntas no es él, sino usted. Y peca, mi querida Patricia, entonces, de inexperta, porque la ha llevado a donde quería, es decir, a que usted no tiene respuestas. Le da la vuelta a la intervención demostrando que, a pesar de sus buenas intenciones, no tiene las cosas muy claras.

Y en la última  intervención, a la Ministra de ¿Empleo y Seguridad Social? usted le propone un pacto. Ya puede esperar la Sra. Ministra, porque desde el PSOE, hoy en la oposición, lo único que estamos viendo muchos españoles es que no le  interesa tampoco contribuir a la solución de los problemas, sino que el gobierno se queme, como Fátima y compañía, y que caiga cuando esté achicharrado, en las próximas elecciones. Lo mismo que hizo el PP hace un par de años. Aunque la vida da muchas vueltas.
Porque tienen ustedes dos banderas izadas en este momento en España; Andalucía y Asturias, gobernadas ambas desde hace años y años por ustedes. ¿Se ha parado, Patricia, a ver las cifras de esas comunidades relativas a empleo, tejido industrial, agricultura, ganadería, sector pesquero, educación, sanidad, justicia, cultura, escándalos y casos de corrupción, despilfarro económico, etc.? Hágalo, pero sin comparar con otras del PP que se hallan en peor situación, sin ir al famoso “y tú más”. Sea objetiva.
Patricia, quítese las vigas que tiene en sus ojos antes de expulsar, no la paja, sino las vigas que también hay en los ajenos. Analice introspectivamente el estado de su partido y, cuando tengan las cosas claras y los dirigentes adecuados, láncense en busca de la felicidad de los jóvenes, de la búsqueda del empleo debidamente remunerado, hacia la consecución de una sanidad y educación públicas como es debido, a legislar con el fin de conseguir una justicia justa, etc.. Porque es absolutamente necesario la existencia en nuestro país de partidos políticos serios. Y ahora no los hay.
Porque, aunque las desastrosas decisiones del gobierno del PP del último año, a la orden de la UE, han sido las que han sido, y la ineficacia, por no decir la incompetencia, del gabinete ministerial que sufrimos todos  es más que manifiesta, el comienzo de la debacle económica comenzó con el último gobierno del PSOE que cerró los ojos a desmanes de todo tipo e incluso participó en ellos, aunque solo fuese por pasividad.

Bueno, Patricia, deseo que usted espabile, abra los ojos y los oídos, y se convierta en una gran política, serena, lúcida, reflexiva y responsable, además de ocurrente, mordaz y sarcástica si a ello vamos; que no se quede en una simple diputada, de esas que solo se la ve cuando suelta alguna frase célebre o para pulsar el botón de las votaciones siguiendo las órdenes de arriba.
¡Ánimo y que todos la veamos!

¡Hala, y ustedes que tengan un buen día, que ya quedan menos fiestas!

 

 

 

 

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