Patricia Hernández, una joven diputada del PSOE, le echó un
rapapolvo en el Congreso a la Ministra
de ¿Empleo y Seguridad Social?, Fátima Báñez, la cual lo encajó como un buen
boxeador, sin dar síntoma ninguno de dolor o sufrimiento ante aquellos golpes
lanzados directamente a distintas partes de su cuerpo ministerial: le echó en
cara su ausencia a las cumbres de empleo de la UE para tomarse una copita, el plan
de empleo juvenil que condenó al exilio a nuestros jóvenes, las tasas universitarias
y las becas, el que anuncie como novedoso otro nuevo plan de empleo juvenil semejante
al anterior, el que busque las soluciones en los milagros del Rocío, etc.
Le faltaron algunas otras cosas, como la normalidad, la
tranquilidad y responsabilidad con que
acogen nuestros pensionistas el extraordinario aumento de sus nóminas o la
pérdida de poder adquisitivo, los brotes verdes que ve cada dos por tres y más verdes
aún el día que nos dicen que el paro ha seguido creciendo, etc.Y esta chica, Patricia, remata su intervención el pasado día 19 instándole a la Ministra a que pacte con ellos, con el PSOE, un plan de empleo juvenil porque los “socialistos” tienen la solución o, si no, que la Ministra dimita.
Pues bueno, hasta aquí una intervención cargada de buenas intenciones para con sus electores y de mala uva con que arrinconar a una ministra que, la pobre, ya está más quemada que la mayoría de los bosques españoles. Fue hacer leña del árbol caído o a punto de caer. No le dijo nada nuevo hasta el final, lo de que pacte un nuevo plan con su partido. Y esto último me sonó a broma, porque hasta hace un año el gobierno estaba en manos de sus correligionarios y las soluciones aportadas fueron… ¿cuáles? Porque para pactar algo hay que partir de algo y al PSOE no lo oí ni leí nada referente a ello.
Patricia Hernández llevaba, por lo visto, dos legislaturas
en el Senado aunque pasó para la gente de la calle casi desapercibida, y no me
extraña que así sucediera, a pesar de su juventud, ya que son mucho más
interesantes en esa cámara los grandes saurios que las nuevas especies que vienen
por detrás. Esta legislatura se convirtió en diputada y ahora en el Congreso se
destapa con un par de intervenciones que buscan el trending tópic en la red, más
que un aporte de soluciones. No obstante la juventud tiene estas cosas, quiere
que se les note, que se vea que son sangre nueva. Pero, ¡ay!
Cuando usted a Gallardón le espeta la famosa frase “Ni una mujer es menos mujer por no ser madre,
ni un hombre más inteligente por ser ministro”, se olvida de decirnos que no es
suya, sino de Carme Chacón, aunque hubiese solicitado permiso para usarla. Y,
claro, la juventud y el ansia de protagonismo priman en momentos de éxtasis, usted
no la cita en su intervención, sino que se hincha orgullosa cuando los aplausos
rugen a su alrededor, aunque no le quede posteriormente otro remedio que
admitirlo, pero a toro pasado todo es valentía. O cuando en el mismo control
parlamentario el ministro, que es más listo que el hambre y con más tablas que
un burgo medieval, le responde con otra pregunta a la que usted contesta que
quien hace las preguntas no es él, sino usted. Y peca, mi querida Patricia,
entonces, de inexperta, porque la ha llevado a donde quería, es decir, a que
usted no tiene respuestas. Le da la vuelta a la intervención demostrando que, a
pesar de sus buenas intenciones, no tiene las cosas muy claras.
Y en la última intervención, a la Ministra de ¿Empleo y Seguridad Social? usted
le propone un pacto. Ya puede esperar la Sra. Ministra, porque desde el PSOE, hoy
en la oposición, lo único que estamos viendo muchos españoles es que no le interesa tampoco contribuir a la solución de
los problemas, sino que el gobierno se queme, como Fátima y compañía, y que
caiga cuando esté achicharrado, en las próximas elecciones. Lo mismo que hizo el PP
hace un par de años. Aunque la vida da muchas vueltas.
Porque tienen ustedes dos banderas izadas en este momento en
España; Andalucía y Asturias, gobernadas ambas desde hace años y años por ustedes.
¿Se ha parado, Patricia, a ver las cifras de esas comunidades relativas a empleo,
tejido industrial, agricultura, ganadería, sector pesquero, educación, sanidad,
justicia, cultura, escándalos y casos de corrupción, despilfarro económico,
etc.? Hágalo, pero sin comparar con otras del PP que se hallan en peor situación,
sin ir al famoso “y tú más”. Sea objetiva.
Patricia, quítese las vigas que tiene en sus ojos antes de
expulsar, no la paja, sino las vigas que también hay en los ajenos. Analice
introspectivamente el estado de su partido y, cuando tengan las cosas claras y
los dirigentes adecuados, láncense en busca de la felicidad de los jóvenes, de
la búsqueda del empleo debidamente remunerado, hacia la consecución de una
sanidad y educación públicas como es debido, a legislar con el fin de conseguir
una justicia justa, etc.. Porque es absolutamente necesario la existencia en
nuestro país de partidos políticos serios. Y ahora no los hay.
Porque, aunque las desastrosas decisiones del gobierno del
PP del último año, a la orden de la UE, han sido las que han sido, y la
ineficacia, por no decir la incompetencia, del gabinete ministerial que
sufrimos todos es más que manifiesta, el
comienzo de la debacle económica comenzó con el último gobierno del PSOE que
cerró los ojos a desmanes de todo tipo e incluso participó en ellos, aunque
solo fuese por pasividad.
Bueno, Patricia, deseo que usted espabile, abra los ojos y
los oídos, y se convierta en una gran política, serena, lúcida, reflexiva y responsable, además de ocurrente, mordaz y sarcástica si a ello vamos; que
no se quede en una simple diputada, de esas que solo se la ve cuando suelta alguna frase
célebre o para pulsar el botón de las votaciones siguiendo las órdenes de
arriba.
¡Ánimo y que todos la veamos!
¡Hala, y ustedes que tengan un buen día,
que ya quedan menos fiestas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario