domingo, 30 de diciembre de 2012

UNA ENTREVISTA IMAGINATIVAMENTE ESCLARECEDORA


Las entrevistas dan para mucho, sobre todo cuando un periodista bien informado es capaz de hacer las preguntas idóneas a cualquier entrevistado para que no pueda marcharse por las ramas. Pero, a veces, las hay imposibles. A veces el periodista debe irse a casa o a su trabajo con tal cosecha de decepción en su interior que le faltaría poco para enviarlo todo a hacer puñetas. Yo me imagino una entrevista de este tipo entre un periodista y un político con mucho poder y acabaría dándome con un canto en los dientes. Claro que mi imaginación no da para mucho.
Ejemplo:

-Después de un año, ¿considera que las medidas adoptadas en general han sido beneficiosas para el país?
-Naturalmente, se ha hecho todo cuanto había que hacer en este año difícil. El gobierno socialista dejó una herencia envenenada y nosotros hemos tenido que coger el toro por los cuernos.

-Pero bueno, ha habido subidas de impuestos, recortes en Sanidad y Educación, en los Servicios Sociales, una reforma laboral terrible, salidas de capitales al exterior, ataques a los pensionistas, a los bancos se les sigue inyectando dinero, se crea un banco malo,…
-Espere, espere, lo mejor tal vez sea ir poco a poco. Ya lo veo venir y le voy a responder a cada de esas cuestiones con mediana claridad, no se preocupe.
-De acuerdo. Empecemos por la sanidad. Se han tomado medidas antisociales, medidas que a los ciudadanos les está saliendo más que caras.
-No lo crea. El gobierno anterior dejó un verdadero agujero negro en esta área. Las medidas que nosotros hemos adoptado durante año han sido todas ellas positivas como lo demuestra que la mayor parte de la gente no ha salido a las calles a protestar. Esa mayoría silenciosa apoya nuestros planes. El copago de medicamentos fue mínimo. Piense, unos ocho euros al mes para las pensiones más bajas y algo más para quienes más cobren. Una bagatela. Y en cambio al Estado le reporta una cantidad ingente de dinero que entra en nuestro tesoro público, que falta le hace, para pagar sueldos, dietas y otros complementos a la gran cantidad de personas que  se están partiendo la cara por sacar adelante este país.O pagar por una ambulancia. Vamos que ya está bien, no se debe derrochar en esas cosas, se puede ir en taxi o en transporte público en vez de explotar a la Seguridad Social. ¿Ha oído alguna queja, importante, eso sí, de la gente respecto a estas medidas? No. La gente lo entiende. Lo único, cuatro exagerados que se tiran de los pelos. El resto de la ciudadanía ni se mueve. Lo importante es que sea universal, gratuita y de calidad. Y lo estamos logrando con las medidas puestas en marcha y que continuarán en el dos mil trece. Si hay que externalizar algunos servicios, no por ello se van a dejar de prestar esos servicios al ciudadano.
-Ya, la mayoría silenciosa. Aunque mucha gente entiende mejor la palabra privatizar. Es la misma esa gente de pantuflas y bata la que entiende también los recortes en educación…
-Sí, sin duda. El  gobierno anterior abrió tanto la baraja que se le cayeron las cartas y nos dejó un batiburrillo impresionante en este tema. Es que, seamos serios y digámoslo con claridad, no dio una a derechas, bueno alguna sí, pero las demás fueron todas demasiado centradas y sin sentido. Por suerte para nosotros tampoco dio una a izquierdas. Pero veamos, ¿quiénes protestan? Cuatro  malos estudiantes que se quejan de que no les llegan becas o que si se suben tasas universitarias, que creen que se tiende a una universidad elitista económicamente; ¡bah!, son los que echan años y años en sacar una carrera, que se espabilen, hombre; y luego, cuatro profesores que hacen huelga con el fin nada más de socavar la confianza que la sociedad tiene en nuestra educación pública. El hecho de recortar en educación no es por otro motivo que el de motivar a los buenos docentes en el ejercicio de su labor. Y ellos lo entienden, no se crea usted.
Lo de los padres es otra cosa, federaciones que se creen en poder de la verdad dirigidas desde la sombra por la oposición y unos sindicatos de la enseñanza que solo buscan la confrontación. Hay otras federaciones y asociaciones mayoritarias que no se han tirado a la calle, grupos numerosos de padres y madres que ofrecen la otra mejilla y rezan porque la educación que reciban sus hijos sea de calidad, cueste lo que cueste.
-¿Y la eliminación de la paga extraordinaria o la congelación salaria a los funcionariosl?
-¡De qué habla, hombre! No se les quitó. Se les devolverá íntegra en cuanto la situación del Estado económicamente sea boyante. No la van a perder. Eso son cuatro exaltados que vociferan en las calles o en la prensa para confundir a la opinión pública. Dése cuenta que, además, aunque hayan perdido, que no va a ser así, repito, una paga, aún les queda otra.
Y la congelación. Bueno, no es la primera vez, están acostumbrados, ya casi ni se enteran, Pero vamos a ver, no es que sean unos privilegiados, como dicen desde algunos medios, pero tampoco por eso se van a quejar con la que está cayendo. ¡Era lo que faltaba, que también les hubiese parecido mal eso! Ya saben que, en cuanto se pueda, se hará todo lo posible por recuperárselo. Y este gobierno se empleará a fondo para lograrlo.
-Voy a cambiar de tema. El paro.  Está cerca la cifra de los seis millones. 
-Sí, ese es uno de los grandes problemas de este país. Un problema que viene del anterior gobierno, una herencia envenenada. Piense que, a solas conmigo mismo, me tortura y me aflige saber de este extraordinario número de personas que están en el paro. Desde mi gobierno estamos haciendo todo lo posible por mejorarlo. El número seis millones aún no ha llegado, que nadie exagere con eso. Es triste la situación, pero creo que, haciendo lo que tenemos que hacer, siguiendo con nuestra línea de trabajo, los alcanzaremos mucho antes que después. Porque a nosotros no nos duelen prendas admitirlo. Hemos tomado hasta ahora las medidas correctas para conseguirlo. Y entonces habrá que tomar más medidas, aunque algunas sean un poco dolorosas , y no nos importará si se llega a los seis y medio, porque soluciones tenemos y haremos lo que tengamos que hacer.
-Es decir, que…
-No, no. Deje usted el tema. No vamos a sacar nada en claro de él. Continúe porque hay muchas otras cosas en el candelero más importantes y el tiempo se me acaba. Me telefonea la Sra. Merkel dentro de una hora para discutir las reformas que consensuaremos en la próxima cumbre y hay mucho de qué hablar. Ya sabe que soy casi su mano derecha, aunque exista gente que critique nuestra relación.
-Pues venga, vamos, por ejemplo, con la situación bancaria, ¿qué me dice de ella?
-La situación de nuestra banca viene de atrás, del gobierno socialista, es el culpable de todo. Lo que hemos intentado con nuestros medios, que no son muchos, ya sabe que hemos tenido que echar mano de fondos europeos por esa razón, ha sido salvar uno de los pilares de nuestra economía. Se les van a inyectar, aparte de las inversiones hechas en ellos desde el estado, unos miles de millones con el fin de que el crédito fluya hacia nuestros ciudadanos y nuestras pymes. Algunos consideran excesivo todo esto y se acusa de que va a recaer sobre los hombros de los de siempre el pago de esos intereses, pero la mayoría de la gente, esa que no protesta, como dije antes, esos que entienden nuestras decisiones, saben que siempre es más llevadera la carga entre muchos que no entre unos pocos. No es cuestión de atosigar a nuestras entidades bancarias. Hay que dejarlas trabajar. Y eso tan sencillo de entender hay cuatro que no lo  quieren asumir.
-Pero los casos de Catalunyacaixa, Novagalicia, Bankia, CAM, Banco de Valencia, etc…
-Minucias. Son cuatro y ya estamos en ello. Se soluciona todo en un pispás.
-Pero se habla de que han sido verdaderas fuentes de dinero inacabables que sirvieron para operaciones económicas por parte de las administraciones municipales y autonómicas de esas comunidades verdaderamente nefastas, con cohechos, prevaricaciones, despilfarros a lo grande en empresas faraónicas de nulo resultado, en calificaciones inmobiliarias de difícil comprensión, sueldos millonarios,  etc.
-Tal vez. El gobierno anterior se dedicó a mirar para otro lado, no quiso ver lo que había. Es que no hizo nada bien y así dejó a España. Pero ahora con eso también se exagera mucho; es verdad que algunas operaciones no les han salido muy bien, pero eso también sucedió en otras entidades y no pasa nada. Son menudencias dentro de nuestro sistema bancario. Es una pena que estos árboles no nos dejen ver el bosque, pero es que el gobierno anterior no supo talarlos a tiempo y así nos va. Así que desde nuestro gobierno se han tomado las medidas más ajustadas y necesarias para atajar el problema de raíz.
-Por ejemplo, con la creación del banco malo, entre otras cosas.
-Siempre defendí que no era lo mejor, pero bueno es equivocarse y saber reconocerlo. La oposición aún no se enteró de ello, sigue en sus trece, aunque la culpa haya sido totalmente suya. No ha habido más remedio que crearlo para sanear nuestra banca con el fin de que puedan empezar a funcionar en bien de todos los ciudadanos. Además, a medio plazo, o incluso a corto, me atrevería a decir, del banco malo estoy seguro que saldrán grandes oportunidades y negocios de éxito para la economía, ya lo verá.
-¿Que le parece si hablamos de las pensiones?
-¿Cómo dejó el gobierno anterior las finanzas de nuestro Estado? No solo con telarañas, sino además debiendo hasta las mismas telarañas. Y claro, aquellas lluvias trajeron estos lodos. Nuestro gobierno tuvo que enfrentarse a una situación más que difícil. Ya sé que no se ha podido pagar el aumento del IPC como era debido, y que la subida del IVA ha repercutido en ellas, pero se han subido las pensiones, eh. Y nuestros pensionistas han apostado por nosotros porque han comprendido que solo con las medidas adoptadas, paciencia y solidaridad se puede hacer un futuro mejor, porque todos debemos aportar algo.
-Sé que tiene prisa, pero desde hace tiempo, y a pesar de que todas esas medidas tomadas por su gobierno están, según usted, dando ya frutos, las manifestaciones son algo permanente en nuestras ciudades y…
-Nada. No se deje cegar por esas algaradas. Son siempre los mismos: lo mismo van a una de educación que a una de sanidad, o a una contra las medidas judiciales o contra nuestro sistema de pensiones o contra la reforma laboral, siempre los mismos: alborotadores que impiden la vida cotidiana a nuestros ciudadanos. Pero nosotros seremos siempre respetuosos con ese derecho a huelga que es inamovible y que defiende nuestra Constitución, de momento. Fíjese si no en que hay más de cinco millones de parados y están a lo suyo, parados, no se mueven. ¿Vio alguna vez en la calle a cinco millones protestando? ¿A qué no? Todo está orquestado por una oposición y unos sindicatos que son el mal de este país, los que quieren verlo desmoronarse para echar luego la culpa a la derecha, al capitalismo. No les haga caso, sea inteligente. No caiga en esa trampa tan burda. Los españoles, esa gran mayoría de personas respetables que están en sus casas tranquilamente, lo entienden y no les hacen el juego.
Y ahora, tiene que perdonarme, pero me espera la llamada de la jefa, digo de la Sra. Merkel, y no voy a hacerla esperar, ¿no le parece?
-Claro, pero es que aún me quedan más…
-No se preocupe, llámeme usted cuando quiera que le seguiré contestando con la misma claridad a todas cuantas preguntas y dudas tenga. Pero ahora…
-Bueno, pues muchas gracias y le tomo la palabra. Espero que me vuelva  atender para completar esta conversación que,  vista así, ha quedado un poco coja. No sé usted como lo ve.
-Ya lo sabe, llame cuando quiera. Pero le hago un resumen para acabar: la culpa es toda del gobierno anterior y nosotros pagamos los platos rotos. Pero no se preocupe, que haremos lo que tengamos que hacer. Y le hago una promesa: cuando acabemos de cumplir con todo nuestro programa,  le garantizo que no va a reconocer este país ni la madre que lo parió. Créame.

Ya ven ustedes que yo de periodista no tengo nada, pero el entrevistado anónimo sí sabe de estas cosas y responde con la claridad característica de todo buen político. Y a mí me dejó alelado y aún estoy con cara de pasmo. Sobre todo porque me mandó llamarlo para completar esta charla informal. A ver cuando lo hago…,y si me atiende. Creo que sí, guerra no le di mucha. Actué casi, salvando las diferencias, como un periodista de TVE o de Intereconomía, más o menos.
Así que perdonen mi desfachatez y mi osadía por este artículo, y pasen un buen penúltimo día de año.

 

 

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