sábado, 1 de diciembre de 2012

DE VUELTA, ¿ME EXCUSO?

Casi un año sin acercarme a la tecla de "Entrada nueva" para redactar un artículo. A veces la cabeza se queda sin ideas, o mejor dicho, la cabeza tiene ideas, pero el cuerpo se niega a sentase junto al teclado para contar cosas. A eso se le llama vagancia pura y dura. Es decir, soy un vago redomado.
Permítanme, en descargo mío, que como cualquiera que se precie lo niegue tajantemente. Lo de redomado es falso, ni me domaron ni me volvieron a domar para que obedeciera al punto las órdenes de la Señora, aunque más de una vez en la vida habu alguien o algo que lo intentó. Pero soy muy necio y, a consecuencia de ello, así me va, que no es que me queje.
Seguro que me estoy liando para intentar explicar estos once meses sin aparecer a escena y buscar una excusa factible, al tiempo que me acerco a la verdad rozándola apenas con el dedo meñique para que no me caiga la cara de vergüenza. Y la razón de este sonrojo no es otro que reconocer que toda mi vida me ha gustado plantarme ante cualquier cosa en la que se pudiera escribir y, ahora que lo tenía fácil, no soy capaz de ello.
No sé si ahora, como está de moda entre todas las familias cuando su hijo tiene el más mínimo problema, le diga a mi madre que me tiene que llevar al psicólogo. Sí,  se lo tendría que decir y explicarle el problema porque, si no, ella no entendería nada de lo que le estaría pidiendo. Claro que, además, a ver cómo me las arreglaría para hacerle comprender lo que es un psicólogo, ya que eso aún me pondría las cosas más difíciles. ¡Uf, valdrá más dejarlo!
Me voy a conformar sin él, más que nada por no meter en jaleos a mi madre, que ya tiene los suyos, sobre todo los noventa y tres del ala tirando por la vida.
Así que a partir de ahora, y no haré como Suárez, puedo prometer y prometo, porque no me fío ni de mi sombra, al menos voy a intentar no estar tanto tiempo alejado de este blog. ¡Os lo prom...! Perdón.

A ser felices y pasarlo bien.

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