(A mi “hermano mayor”, de cuyo nombre no quiero olvidarme, que me dio
la idea después de leer “Ojos”, y porque me da la gana - con perdón)
Miradas
Miradas
serenas de paz interior.
Miradas
alegres de confianza.
Miradas
comprensivas de amistad.
Miradas
inteligentes que te resucitan.
Miradas
vírgenes sin pecado.
Miradas
de algodón del bebé recién nacido.
Miradas
de azúcar del niño curioso.
Miradas,
miradas, miradas.
Miradas
de esperanza del enfermo.
Miradas
amorosas de quien te quiere.
Miradas
leales de confianza..
Miradas
de reproche de quien te abre los ojos.
Miradas
pacíficas de entendimiento.
Miradas
honorables de respeto.
Miradas
y miradas y miradas.
Miradas
de color que te envuelven.
Miradas
limpias de inocencia.
Miradas
de orgullo de uno mismo.
Miradas
satisfechas en los ojos de los demás.
Miradas
temblorosas de ansia.
Miradas
primerizas del recién nacido
Miradas,
más miradas y miradas
Miradas,
miradas, miradas.
Miradas
titubeantes ante un futuro incierto.
Miradas
de dolor del hambriento.
Miradas
aburridas de lluvia tras los cristales.
Miradas
de ayer en el álbum sepia de fotos.
Miradas
de hoy en el espejo de la bruja.
Miradas
del mañana en tu imaginación.
Miradas
ignorantes que padeces en silencio.
Mirandas cómplices que suplican.
Miradas
tras de miradas y más miradas.
Miradas
vacías de soledad.
Miradas
de vergüenza propia y ajena.
Miradas
negras de tormenta.
Miradas extrañas con rictus inextricables.
Miradas
serias, de personas falsas.
Miradas
dolorosas por falta de libertad.
Miradas
pobres que te deprimen.
Miradas
odiosas para el enemigo.
Miradas,
miradas, miradas.
Miradas
lascivas del impotente.
Miradas
esquivas del ruin.
Miradas
huecas del ignorante.
Miradas
ovinas de los corderos del rebaño.
Miradas
bovinas del conformista.
Miradas
metálicas del jefe desaprensivo.
Miradas
de hiel del envidioso.
Miradas
y más miradas mirándote.
Miradas
sarcásticas insondables a tu alrededor.
Miradas
hilarantes que hieren tu risa.
Miradas
despechadas de rabia.
Miradas
despectivas del traidor.
Miradas
que te nublan el espíritu.
Miradas
desafiantes del dictador.
Miradas,
tan solo, miradas.
Miradas
que te olvidan.
Miradas
que olvidas.
Miradas
que recuerdas.
Miradas.
Y más
miradas.
Tantas
como segundos tiene la vida.
Millones
de miradas centradas en la mirada,
en
mi mirada,
en
esta mirada.
Solo
con miradas…
¡cuánta
vida!
¡Y
más aún,
cuando
tú miras!
Disfruten
del día. Espero que la lectura y la mirada del poema hayan sido hechas con
buenos ojos. Un saludo.
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